Noticias de Cantabria
23-09-2016 19:00

Jordi Pujol, el padre del independentismo catalán -I-

El ex Molt Honorable Jordi Pujol está defenestrado, pero es historia y presente, sigue vivo y sus resultados ahí están. Resucitará con el correspondiente lavado de imagen cuando interese. Desde el caso Banca Catalana, desde su oposición al franquismo etc. etc. Jordi Pujol emprendió una ruta inequívoca hacia el independentismo, sólo que lo hizo desde el pragmatismo político de saber muy bien que era un camino de largo recorrido ....

El ex Molt Honorable Jordi Pujol está defenestrado, pero es historia y presente, sigue vivo y sus resultados ahí están. Resucitará con el correspondiente lavado de imagen cuando interese. Desde el caso Banca Catalana, desde su oposición al franquismo etc. etc. Jordi Pujol emprendió una ruta inequívoca hacia el independentismo, sólo que lo hizo desde el pragmatismo político de saber muy bien que era un camino de largo recorrido y siendo muy consciente de lo que se podía hacer y de lo que debía esperar. ¿El padre del independentismo catalán moderno? Se encumbró de President de Cataluña durante 23 años hasta que decidió su jubilación política y designó a su sucesor transitorio a la espera de que llegase el verdadero heredeu que  él tenía en su mente, su propio hijo Oriol Pujol.

 

De forma paralela, independientemente de Jordi Pujol, el independentismo se fue fortaleciendo en Madrid y gracias a la política de Madrid, o mejor aún de los presidentes Felipe González, Aznar, Zapatero y Rajoy. Estos presidentes abandonaron al catalán español por la ambición del poder en Madrid entregando Cataluña y Pais Vasco también. La frase ya manida pero cierta de que- de aquéllos polvo estos lodos- también es aplicable en el caso que nos ocupa. Los de Madrid siempre creyeron, y Jordi Pujol les hizo creer, que Catalunya, sus votos, eran como felpudo donde pisaban las ambiciones socialistas y populares. Y Jordi Pujol iba haciendo camino al andar, consiguiendo poco a poco una descentralización dirigida a una independencia. Eso lo sabían  los de Madrid pero lo asumían porque gracias a los votos periféricos ellos gobernaban. !Qué ilusos! El verdadero  gobierno estaba en el Patio de los naranjos. Queremos obviar algunos datos porque solamente  se precisa consultarlos en la hemeroteca digital para ir a lo fundamental.

 

El independentismo catalán tiene tres fases, la primera y fundamental el liderazgo de Pujol desde su ascensión a President en 1976 hasta el nombramiento por éste de su sucesor señor Mas. Fue amo y señor de Cataluña y despachaba de tú a tú con ese otro pillo que sigue cobrando y viviendo a -cuerpo de rey-,  el Emérito Juan Carlos de Borbón. Independientemente de su presunta jubilación política Pujol siguió gobernando en la sombra, y para nosotros siguió haciéndolo hasta que se produjo el ataque del gobierno de Madrid a su verdadero heredeu, su hijo Oriol  Pujol Ferrusola con la “pequeñez” del caso de las ITV. Es ahí, o desde esa fecha, cuando se produce la radicalización de Pujol y  suelta los caballos de esa burguesía catalana que tenía amarrada, dejan de ir al trote, y se produce el enfrentamiento con Madrid.

 

…Al hijo del presidente Pujol no se le toca, frase histórica, Ese y no otro fue el gran error de la política madrileña, atacar al heredeu. Es entonces cuando el catalanismo con el que se presentaban las aspiraciones de independencia desaparece y aparece la verdadera esencia del periplo pujoliano, el independentismo. No nos engañemos, el momento de quitarse las caretas no fue elegido por los catalanes, el momento se produjo por el error de atacar al heredero de Pujol y su familia. Y es a partir de ahí cuando se empieza a levantar las alfombras y se da a conocer lo que intramuros se conocía, el enriquecimiento de la clase política, en este caso la familia Pujol. Esta familia, sin ánimo en absoluto de disculparles, no ha hecho otra cosa que lo que han hecho todas las familias políticas de este país desde el norte al sur, del este al oeste. La clase política española es la heredera del caciquismo mas arraigado y  todavía siguen en los mismos derroteros, cambia las formas pero persiguen los mismos objetivos, el enriquecimiento amoral con tintes de legalidad a la carta.

 

 

 

 

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