Igualdad a la Cántabra

Mira que he intentado estar calladito, celebrar las fiestas navideñas en paz sin meterme con nadie, y casi me atraganto con el croissant esta mañana al abrir el periódico y conocer que el gobierno de Revilla quiere endosarnos una Ley de Igualdad que pretende que las empresas privadas tengan un 40% de mujeres en su cuadro directivo, en aras a una presunta dignificación del rol femenino. Cuando todo el mundo había aplaudido una de las pocas cosas acertadas de Zapatero, cargarse a Bibiana Aído y su Ministerio de la Señorita Pepis, viene ahora Revilla y sus socios de gobierno y sacan del baúl de los recuerdos los recortables para vestir de dirigentes a las que consideran muñequitas de Cantabria. Y lo hacen tan burdamente que hasta se equivocan en los cálculos, pues su pretendida igualdad no llega matemáticamente ni a la mitad, es decir al 50%. (No es de extrañar pues el desaguisado de las cuentas de los Presupuestos para 2011) ¿Realmente toman por analfabetas matemáticas a las mujeres de esta región?

Leyendo, me entero que los premios de competiciones deportivas han de ser los mismos tanto en categorías masculinas como en femeninas, si los clubes y federaciones se quieren cobrar subvenciones de la Consejería de Deportes. Pues vamos a tener un pequeño problema. Por ejemplo en Triatlón, hay competiciones con categorías en las que ni siquiera hay participación femenina. ¿Disfrazará el presidente Campuzano a triatletas masculinos con peluca y atributos femeninos para poder cumplir la norma? ¿Estará obligado el Rácing a pagar a las féminas del Rácing-Reocín las mismas primas que a sus colegas masculinos del Sardinero? ¿Tendrá que alinear Portugal 4 chicas para poder seguir cobrando el Rácing las subvenciones públicas? ¿Habrá una cuota en los andamios de “albañilas” y “albañilos”? “¿Despedirán en Eroski, Carrefour, El Corte Inglés el excedente de personal femenino para contratar “cajeros” (los de sexo masculino, no los automáticos)?

En medio de todas estas dudas materialistas, se me plantean otras mucho más existenciales. ¿Qué harán las empresas si un directivo confiesa su homosexualidad y dice sentirse mujer aunque atrapado en un cuerpo masculino? ¿Ha de ser considerado hombre o mujer, a efectos del 40%? ¿Y las directivas lesbianas que en su pareja tengan el rol del hombre, han de ser excluidas del 40%? ¿Y qué ha de aplicarse a los transexuales con senos de silicona y hormonados aunque conservando el atributo masculino? ¿Y a los que cambiaron completamente de sexo pero siguen conservando su identidad masculina en el DNI? ¿En qué grupo entra Carmen de Mairena?

Y para mayor escarnio y burla, ni el propio gobierno de Revilla cumple lo que obliga a los demás. Veamos, hay cuatro consejeros socialistas frente a sólo dos consejeras. Los regionalistas no tienen ni una consejera ¡Toma igualdad! Y es que en eso de leyes, Revilla y su gobierno cumplen la ley del embudo “Lo ancho para otros, lo estrecho para uno”. Nos toman por tontos y encima quieren seguir otros cuatro años.