Noticias de Cantabria
26-12-2007 01:27

Es imposible mirar la frente, o lo pisas

Esquivando mierdas

Seguimos considerando al perro como el mejor amigo del hombre (y de la mujer) y admitimos que difícilmente exista otro ser vivo tan fiel como a lo largo de la historia ha demostrado ser el perro.

Es un hecho probado que en numerosas ocasiones, poseer uno, sea de la raza que sea, obedece más a un capricho momentáneo que a una necesidad de compañía o de protección.

 

Se hace necesario recordar por enésima vez, que un perro, al igual que un canario, una tortuga o un hámster,  no son un juguete, por más que todavía haya quienes puedan considerarlo así.

 

Cualquier mascota, pero especialmente un perro, necesita un espacio vital suficientemente amplio, que difícilmente puede tener en un piso o apartamento en el que ya las dimensiones son demasiado reducidas incluso para las personas.

 

En estas fechas suele repetirse un fenómeno:  regalar un cachorro sin pararse a pensar que en un corto espacio de tiempo y en función de su raza, se convertirá en todo un perro, un animal más o menos corpulento, inquieto y juguetón, con la consiguiente necesidad de atención, no sólo alimenticia, sino de cuidados veterinarios, higiene, etc, que convertirá el “juguete” en un “problema” no sólo para su dueño sino para quienes involuntariamente son “condenados” a compartir los mismos espacios;  el momento crítico es aquel en el que lo que comenzó siendo un hobby se convierte en una obligación ineludible;  pasearlo ya no es una diversión sino una tarea que debe hacerse varias veces a lo largo del día, haga calor o hiele, llueva, nieve...

 

Cada cual es muy libre de tener la mascota que le venga en gana, pero será su responsabilidad que ello no suponga excesivas molestias para cuantos le rodean y en ningún caso trastoque o perjudique la vida diaria de cuantos conviven en su entorno.

 

Se han creado en distintos lugares zonas específicas para que los perros puedan hacer allí sus necesidades y se han colocado soportes con bolsas para recoger sus “cacas”;  uno puede llevarla consigo para cuando la urgencia animal no permite alejarse demasiado del domicilio, pero...

 

Pese a las normativas municipales, que sancionan económicamente el hecho de no recoger los excrementos de los perros, la cruda realidad es que vivimos caminando entre mierdas.

 

Las podemos encontrar en nuestras propias puertas;  ni siquiera se respetan los espacios infantiles y “decoran” cualquier calle, cualquier acera, de nuestros pueblos y ciudades;  las hay de todos los tamaños, texturas y colores;  en determinadas zonas (¿será por el grado de irresponsabilidad?) es imposible andar con la vista al frente, ya que se hace necesario clavarla en el suelo para poder regatear las  “cacas” con éxito y no llevarse el “premio” a casa.

 

La responsabilidad exquisita de algunos queda ensombrecida por la de aquellos irresponsables que demostrando una actitud nada cívica, siembran nuestras aceras de mierda.

 

Está en manos de las autoridades hacer más responsables a quienes no lo son y visto lo visto, las sanciones económicas parecen ser el único medio de aleccionar a quienes demuestran todos los días del año que su comportamiento social no está a la altura de las circunstancias. ¿Ah! y por si entre las sufridas víctimas que no consiguen regatear con éxito las mierdas, queda todavía alguien que pudiera creer que pisar una de ellas trae suerte, ¡descártelo!, está "científicamente" demostrado que no es cierto.

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Comentarios(2):

Jorge de Puerto Rico - 20-06-2010

Estoy de acuerdo 100 porciento con este articulo. Soy victima de los irresponsables que todos los días sacan a sus mascotas a pasear y cagar cuanto rincón de la comunidad encuentran sin ningun escrúpulo. Se dejar ver muy orgullosos de pasear a sus mascotas, estas no tienen culpa son sus llamados propietarios que no son mas que un montón de puercos regando enfermedades, virus, bacterias, y otras pestilencias que afectan nuestra salud y embarran el entorno. Amo los animales, sean responsables. Los latridos de perros nocturnos no me dejan dormir, por todas las colindancias perros ladrando a todas horas, apenas me puedo acercarme a las verja, sin que un perro grande o chico comience a ladrar. Si doy un paseo en las noches todos los perros se arborotan a mi paso dejando una estela de perros ladrando, esto es una balbaridad.

perro - 14-12-2008

hermanito si usted piensa que su perro es una obligación entonces vendalo o regalelo por que el pobre perro no tiene la culpa de que el dueno sea imbécil y perezoso