Escaño Cero.- Leer para vivir.
Tomo prestado el título de este apunte de un precioso librito en el que, hace unos años, José Antonio Pérez-Rioja volcó su amor a la lectura y su pasión por los libros. Porque de eso quiero hablar: de amor y de pasión al hablar de los libros.
En los libros está todo y todas las vidas posibles acampan en los libros. Pese a lo que proclama el pensamiento posmoderno, no es la televisión, ni ha sido Internet quienes han cambiado el mundo. Han sido los libros. La televisión esclaviza, es origen de torpes servidumbres y alienantes rutinas. El libro libera, da fuerza, criterio y sentido crítico.
Quien sabe de lecturas, sabe más de libertades que quien se unce a la sola rutina de los días. El libro como fórmula magistral para vencer a esa segunda naturaleza de la muerte que es el olvido. Hay una cita de Mazzini: "No existe la muerte, sino solo el olvido", que a mi entender resume con precisión el gran legado del libro; de todos los libros. El buen remedio, el mejor remedio contra el olvido. Somos lo que hacemos, lo que soñamos y lo que recordamos. Leer es vivir muchas vidas. Vivir las vidas de otros y enriquecer la nuestra. Leer y releer. Volver a los clásicos en busca de placer, porque, según el decir de Ítalo Calvino, un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir.
En realidad, esa segunda voz que se esconde en los clásicos se puede escuchar en todos los libros porque la lectura, el momento elegido para leer un libro, también es el reflejo de nuestro estado de ánimo. Y es así, porque, como decía, leer es vivir. Nunca es tarde para empezar a leer y vivir más.
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