Noticias de Cantabria
04-05-2014 08:00

En clave Europea II ....

Dos acontecimientos están confluyendo en Europa en estos días: por una parte, las Elecciones Europeas; por otra, la canonización de dos Papas que han dejado una gran huella en las conciencias de esta vieja Europa.

Dos acontecimientos están confluyendo en Europa en estos días: por una parte, las Elecciones Europeas; por otra, la canonización de dos Papas que han dejado una gran huella en las conciencias de esta vieja Europa. Y sobre ambos temas voy a destacar unas reflexiones que le vendrían bien a la Europa del futuro, la Europa dónde se ha gestado la Civilización Occidental, se ha desarrollado la democracia y, en definitiva, se ha creado una cultura que se ha expandido por todo el mundo…

Europa constituye el territorio dónde se ha gestado la cultura más antigua de la Humanidad a través del tiempo; sólo hace falta repasar los libros de Historia. Y esta cultura nuestra, que ha tenido diversos avatares desde la Prehistoria, ha cristalizado en dos grandes movimientos que la configuran actualmente: por una parte, la Cultura Clásica que impregna todo nuestro acervo cultural; por otra, el cristianismo, que ha modelado los aspectos de la ética y la trascendencia humana.

Cualquier aspecto de nuestra vida actual, nos va a reflejar esta realidad cultural: el lenguaje, la filosofía, la ética y la moral, las costumbres, el arte, etc. ¿Por qué creen que en casi todo el Orbe estamos en el año 2014, por poner un ejemplo bien sencillo?.

Sin embargo, nos encontramos con que minoritarios y potentes grupos intentan borrar esta huella cultural y a los que algunos llaman “antisistemas”, “anticlericales”, “izquierda radical”… Parece como si hubiera un resentimiento histórico en estos grupúsculos que, aunque sean muy minoritarios, son muy activos y tienen la complacencia de amplios sectores sociales (Por cierto, estos mismos, suelen ser muy respetuosos con las ideas y creencias foráneas). Recuerden como acosaron a muchos jóvenes que asistían a la JMJ de Madrid o como insultaban a quienes acompañaban y aclamaban al Papa cuando bendijo el nuevo templo de la Sagrada Familia de Barcelona (Por cierto, se ha convertido en el monumento más visitado de España).

Y precisamente, los dos Papas, Juan XXIII y Juan Pablo II, han representado en el siglo XX, dos referencias éticas y sociales de esta vieja Europa; ambos han denunciado la “descristianización” de Europa y la pérdida de identidad de la misma.

Su canonización puede ser un motivo de reflexión para los ciudadanos europeos, quienes atesoramos la memoria histórica de siglos (y milenios), dónde se ha gestado lo que hoy somos y debiéramos de sentirnos orgullosos de nosotros mismos, a pesar de que en estos siglos ha habido acontecimientos que nos deben de enorgullecer y acontecimientos que nos deben avergonzar. ¡La Historia no la podemos ocultar, ni arrancando páginas de los libros!

Y esta reflexión también es válida para los líderes y políticos que tienen o tendrán la responsabilidad de seguir construyendo Europa. Y podríamos comenzar a analizar la actual “Constitución” (o algo parecido, ya que es un conjunto de textos, que amalgamó Valéry Giscard d`Estaing y recordar que naufragó en varios países), en la cual no existe ninguna referencia a la cultura clásica ni al humanismo cristiano.

Por ello, nos podemos preguntar: ¿Hacia dónde camina Europa?. Pues esta Europa, especialmente la Unión Europea, que ha cristalizado desde aquellos primeros impulsos de hace más de medio siglo, trata de consolidar y crecer en unión, solidaridad y proyección histórica. No podemos olvidar que estos últimos impulsos, han tenido precedentes históricos en el Imperio Romano, en los esfuerzos del Imperio Carolingio e, incluso, en la dinámica de los Reyes Católicos o de nuestro rey Carlos I; ¡Incluso Napoleón y Hitler intentaron aglutinar Europa por la fuerza!. Paralelamente, ha ido desarrollándose y extendiéndose el mundo de la cristiandad, tanto en Europa como en el resto del Mundo, orientado por el faro de Roma (hoy, el Vaticano).

En estos momentos nos encontramos en una encrucijada dónde se dan la mano el pasado con el futuro; la foto ilustra, desde la óptica del cristianismo, esta idea. Nosotros, dentro de la libertad que nos hemos dado en Europa, debemos de actuar en consecuencia.

 

Sé el primero en comentar