El secreto se llama consenso.
Mariano Rajoy se ha empeñado en enfrentarse él solo a la crisis y mucho me temo que es una empresa demasiado grande para él y para cualquier que estuviera en su lugar.
En estos momentos no basta con tener una mayoría parlamentaria tras la que escudarse. Vivimos una situación de emergencia a cuenta de la crisis de la banca, de la burbuja inmobiliaria y del excesivo déficit, y para afrontar todo esto hace falta el concurso de muchos. Es la hora del consenso, de reinventar los Pactos de la Moncloa, de dejarse ayudar. Y la verdad es que no comprendo la alergia que sienten los gobernantes a ser ayudados por los partidos de la oposición. Y es que en estos momentos no basta con Mariano Rajoy hable por teléfono con Pérez Rubalcaba y le informe sobre la que está cayendo y los pasos que tiene que ir dando, sino que lo que hace falta es que el presidente cite en Moncloa a los jefes de filas de los partidos del ámbito parlamentario, a los sindicatos y a los empresarios y entre todos sean capaces de lograr unos mínimos consensos para afrontar el tsunami antes de que nos termine de arrasar.
Si hay algo evidente es que el Gobierno no puede solo con este toro. Mariano Rajoy está aplicando como alumno aplicado todas las recetas de Merkel versus Unión Europea y la situación económica en vez de mejorar empeora por días.
No hay que ser muy listo para concluir que amén de nuestros propios errores, de lo que nuestro país haya hecho mal, además hay un ataque en toda regla contra nuestra economía, como si "el señor Mercado" disfrutara torciéndonos el brazo y poniéndonos de rodillas. Y hay que acabar con esa situación ya.
El Gobierno solo cuenta con sus propias fuerzas para aprobar los "tijeretazos" porque hasta CiU le está dejando solo. De manera que o Mariano Rajoy hace un esfuerzo por dejarse ayudar o terminará fracasando, y lo malo es que el fracaso lo pagarán los ciudadanos. Ya digo que en estos momentos no basta con tener la mayoría absoluta en la Cámara si en las calles de toda España hay miles y miles de ciudadanos protestando, y no se puede gobernar en democracia haciendo oídos sordos a la sociedad.
Adolfo Suárez tuvo el valor político de convocar a todos los partidos a la Moncloa para entre todos afrontar aquellos albores de la Transición en que nuestra economía se tambaleaba. Mariano Rajoy solo tiene que seguir su ejemplo y cuanto antes mejor. O todos nos implicamos en la resolución de la crisis o será un desastre. El único secreto para abordar los problemas que estamos padeciendo se llama consenso.
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