El Montañerin

Pues bien, medio siglo después acompañado por su hermano Luis y su hija Desiré volvió al mítico Picu para subirlo de nuevo, pero debido al intenso viento no pudieron, pero volverán a intentarlo este mes.
Su padre, un grandísimo aficionado a la montaña, Manuel Castañón, alias “Manolete” vivía a un piolet pegado, pues tal era su afición que se lo fabricó el mismo con un hierro de un vagón de mina, lo fundió y lo amartilló hasta que quedó igual que los que veía en las revistas especializadas de montaña.
“Manolete” salía a la montaña todos los sábados con su piolet y si no nevaba llevaba a sus hijos con él. Así que en una de sus travesías por Picos, hablando con el guarda-guía del refugio de Vega Urriellu, Juan Tomás Martínez. Le preguntó: “¿Tú crees que el guaje llagará hasta arriba?”. A lo que contestó que sí.
El 17 de Agosto de 1.965 el Montañerín salió con su padre y su hermano de Poncebos e hicieron noche en Camburero. Al día siguiente, estaban comenzando la ascensión al Picu a eso de la una de la tarde. Los acompañantes, Tomás Martínez, Pepín Ampere y otro montañero al que llamaban “Velino el Practicante”, dijeron que había subido como una bala, pero que en el descenso hubo rabieta.
A Velino el Practicante se le ocurrió ponerle una visera para taparle la cara y que no pudiera ver el abismo que tenía debajo. El Montañerín indignado, tiró la visera al vacio y consiguió bajar sin más problemas.
A Carlos Castañón (El Montañerín) le sentaron muy mal las críticas a su padre por haberle llevado al Naranjo con solo 6 años, lo que le tuvo apartado de la montaña todo este tiempo, aunque sin perder su amor por ella. Pues bien, ahora, 50 años mas tarde y acompañado de su hija y de su hermano, van a intentar este mes volver a pisar su cima, estaremos pendientes.