Noticias de Cantabria
01-06-2015 06:53

El gobierno que vendrá

La principal diferencia que deberá tener el próximo gobierno de Revilla frente al anterior es que sea un gobierno de diálogo con todos, incluido el PP y si sigue Diego también, nadie debe ser excluido. Hay que empezar a gobernar en democracia para los ciudadanos y dejar atrás lo de gobernar para los partidos.

También debe existir un diálogo con los sectores productivos reales y no con los de la subvención y que se mantienen gracias a ella. Solo deben ser subvencionados los sectores de interés común y representativos de los ciudadanos. 

Se debe acabar con los organismos, instituciones y asociaciones extractivos cuya representación se basa solo en el estar, en la falsa representación, gracias al chalaneo, al chupete de la Administración a través de subvenciones, y nos referimos entre otros a la CEOE , Cámara y Sindicatos, asociaciones, etc.

La CEOE y Cámara, que sobreviven con la subvención, se tienen que fusionar y autofinanciarse con sus asociados en mayor medida de lo que lo hacen ahora y olvidarse de subsistir a base de lo que el gobierno de turno les dé. Acabar de una vez con el falso asesoramiento, o en el mejor de los casos con su duplicidad, y que no sirva como ha estado ocurriendo para pagar sueldos de instituciones que no sirven a los ciudadanos. ¡¡A la vaca por lo que vale, si quieren representar, que se autofinancien!! 

Cantabria necesita un Consejero de Economía, que no ha existido en estos cuatro años, pero no un Consejero de Economía con carné en la boca sino un profesional con experiencia y prestigio reconocido, que conozca la economía en la teoría y en la práctica y no una persona que se dedique a estar con la única experiencia de llevar el carné en la boca, que no se limite a cuadrar el Debe y el Haber que se imparte en primero de economía, que no se conforme con hacer cuatro declaraciones al año, y seguir el guion que le marquen. La economía de  ingresos y gastos debe ser puesta en conocimiento de los ciudadanos para su conocimiento pero además hay que saber reactivar a Cantabria. Contribuir todos para que la economía de Cantabria resurja y no solo en panfletos de publicidad y marketing que además cuestan dinero a los sufridos contribuyentes. 

 

En Sanidad hay que andar con cien pies y no errar el rumbo por meter ruido y titulares en la prensa. Cantabria tiene una sanidad modélica y tiene que seguir como está, no precisamos ninguna Charo Quintana, que puso nuestra sanidad al revés o patas arriba por falta de talento y visceralidad, y eso que todavía pasado el tiempo no se sabe contra qué o contra quien gobernaba en sus tiempos oprobiosos de mandato. En esta Consejería diríamos que hay que continuar por el buen camino y mover poco lo que ya funciona bien, en todo caso poner en conocimiento de la ciudadanía el famoso contrato de Valdecilla.  

El nuevo Gobierno no puede ir a la caza de brujas pero si que hay que examinar algunos asuntos como el caso Néstor porque concretamente en éste se deben poner a la luz pública, olvídense de acciones penales, no volvamos a las andadas, la salida del dinero desde la entidad financiera, cuanto llega a la empresa, que comisiones se pagaron por el camino, quienes las cobraron, amigos de.. testaferros de .. y como se ha utilizado nuestro dinero. ¿Me siguen? 

 

En la Consejera de Industria no nos volvamos locos con nuevos planteamientos, ni falsos inventos, ni genialidades y dejar de producir humo (palabras, palabras) como se viene haciendo desde el principio de los tiempos en la Cantabria cautiva otrora infinita. 

Existe, no sabemos si en ejecución, el publicitado contrato de los cañones de nieve para Alto Campo del que dijimos desde este digital que solo era enterrar 12 millones de euros en la nieve dada la ubicación de nuestra estación. Un contrato que hay que resolver de la mejor manera posible porque la perfección del mismo no serviría para el fin último, lo impiden las condiciones climáticas de ese trozo de territorio de Cantabria  

La conexión ferroviaria con Madrid, que no AVE, se debe poner encima de la mesa y llamar a la ministra de Fomento Ana Pastor para que por favor no siga con el cuento de la buena pipa como lo definíamos en CLiberal en relación con la famosa catenaria y el trayecto de cinco horas con apenas los cuatrocientos kilómetros que nos separan. Hay que negociar en serio y que no se reiteren en tomarnos el pelo invirtiendo cuatro euros en arreglar tres carriles y dos cables. Basta de tomaduras de pelo. 

 

La ganadería y la industria de la transformación de las materias primas debe ser prioridad de este gobierno. Hay que defender el sector ganadero, no a base de subvenciones sino ayudando al ganadero a racionalizar sus explotaciones, mejorar sus cabañas y ayudarle a obtener los mejores ejemplares para que Cantabria sea otra vez puntera en leche, carne, quesos... sin olvidarnos del sector pesquero, además de las anchoas. Hay que luchar para que esos sectores sean fundamentales en nuestro PIB teniendo por objetivo la calidad y la exportación. 

En Obras Públicas, algo habrá que hacer ya que en la anterior legislatura solo de esa consejería existió el nombre y si vamos a seguir así propongo lo que ya adelantamos desde estas páginas a mitad de la legislatura anterior, fusionarla con Medio Ambiente y poner unos directores generales al frente, cualquier actuación racional  salvo como ha ocurrido colocando un consejero y un staff para nada salvo para cobrar.

 

Y dejamos para el final lo más importante, el futuro, los jóvenes, la juventud que cacareamos tan preparada pero sin oportunidad de demostrarlo salvo una minoría. Este apartado debe ser tenido en cuenta por Revilla pero no a base de teorías del emprendimiento, cursos de especialización etc. que se ha demostrado que ha sido un bluff y que solo ha servido para que determinados profesores llenasen la cartera. Seamos realistas, los jóvenes necesitan demostrar lo que valen y eso solo se consigue si el Gobierno avala la concesión de créditos y que no tengan que ser mamá y papá los que avalen los proyectos.

Que puedan acudir a una entidad financiera y que no se les pregunte cuantos avalistas tienes y que reservas tiene tu familia. Formulas hay, todas menos engañar como se ha hecho hasta ahora con teorías del emprendimiento, los jóvenes no quieren más títulos enmarcados en su habitación, los jóvenes no quieren teorías del emprendimiento sino realidades prácticas y palpables, y que nuestros adolescentes dejen de plantearse el para qué estudiar una carrera universitaria si luego no tengo donde trabajar.

 

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