El calendario escolar en Cantabria
Año tras año, cuando se acerca la primavera, se plantea el debate del calendario escolar para los centros educativos no universitarios de nuestra región para el próximo curso. Este año, con dos novedades reseñables: la anticipación de su debate y las dos propuestas que la Consejería ha puesto sobre la mesa.

Año tras año, cuando se acerca la primavera, se plantea el debate del calendario escolar para los centros educativos no universitarios de nuestra región para el próximo curso. Este año, con dos novedades reseñables: la anticipación de su debate y las dos propuestas que la Consejería ha puesto sobre la mesa.
El objetivo de los responsables educativos es recabar opiniones de la comunidad educativa, dejando claro que la última decisión la tiene la Consejería; a los agentes sociales, se les oye, no sé si se les escucha. Me ha correspondido durante bastantes años participar en estos debates del Calendario Escolar y he tenido ocasión de expresar mis opiniones y, en esta ocasión, voy a reiterar algunas de ellas, que podrían servir como reflexión y elemento de debate.
Siempre he considerado que el Calendario Escolar, instrumento que marca los ritmos lectivos de los alumnos, debe ser producto del mayor consenso social, puesto que el mismo afecta a toda la sociedad, lo que llaman los ingleses los “Stakeholders” (Todos aquellos que tienen interés en el tema: alumnos, padres, profesores, personal auxiliar, transporte escolar, suministradores de material o alimentos a los centros, autobuses urbanos, guardias y un etcétera que sería larguísimo). A este respecto, es importante conciliar la vida familiar, laboral y escolar.
Otro importante principio que ya tuve ocasión de exponer hace una decena de años es que los calendarios de los Centros Docentes no Universitarios y los de las Universidades (De Cantabria, UIMP, A Distancia o Colegios Universitarios) deben de estar debidamente coordinados para evitar disfunciones (No tiene sentido que quién tiene hijos en ambos sistemas, tengan calendarios distintos, que el funcionamiento de la guardería de la Universidad de Cantabria no coincida con su calendario, etc.). Y, por otra parte, de todos es sabido que la adaptación del mundo universitario a los acuerdos de Bolonia, afecta a este tema.
Casi todos los sectores han estado habitualmente de acuerdo en el “estiramiento” del curso escolar, especialmente a su inicio, y a través de los años se ha podido observar que el curso cada vez se inicia antes. Esto no obsta para que los días lectivos legislados sean los establecidos.
Así, pues, el debate se ha mantenido especialmente en los siguientes aspectos:
a) En los llamados “puentes” que han pasado de tener una crítica social a estar plenamente asumidos y muchos sectores productivos (construcción, determinadas industrias, sectores terciarios, etc…) ya los incluyen en su práctica laboral; lógicamente, el sistema educativo deberá adaptarse a esta costumbre, cada vez en mayor aumento, con el disfrute añadido del tiempo libre en familia, institución clave en la educación.
b) Otro aspecto de interés son los dos espacios no lectivos en torno a dos acontecimientos festivos de la fiesta de Todos los Santos y los Carnavales; puede ser de gran interés realizar dos pequeños periodos no lectivos y dividir los dos primeros trimestres del curso en dos partes, que evite el cansancio de escolares y docentes y permita un mejor empleo del ocio familiar.
c) Las vacaciones de Navidad pueden quedar como están; ya sé que existen algunos sectores que entienden que la incorporación debe ser antes, pues sostienen que la fiesta de los Reyes cada vez tiene menos sentido, con la implantación de Papá Noel y otros aspectos que nos vayan alejando de la tradición cristiana, obsesión que algunos ponen reiteradamente sobre la mesa.
d) Dónde ya se plantea abiertamente el tema “laicista” (No olvidemos que España es constitucionalmente aconfesional y mayoritariamente no laica) es en la Semana Santa, pues algunos llegan a opinar que esta “vacación” debe ser una fiesta en marzo, allá por los Idus, de carácter fijo e independiente de la festividad religiosa, que es movible. Curiosa y paradójicamente, y cada vez en mayor medida, el sector productivo disfruta de estas vacaciones de la Semana Santa, lo que permite actualmente que padres e hijos puedan aprovechar juntos estos días. ¡Pues este año, una de las opciones de la Consejería deja las vacaciones tan sólo desde el Jueves Santo hasta el Lunes de Pascua!. Mi opción, por si hubiera alguna duda, es que exista una semana de vacaciones y la discusión podría mantenerse si durante la Semana Santa o la de Pascua y las diversas Comunidades Autónomas han utilizado ambos sistemas; en todo caso, este aspecto podría oscilar en función de las fechas de la propia Semana Santa.
e) Otro aspecto que lleva muchos años sobre la mesa, con diferentes soluciones, es la jornada escolar y en este aspecto voy a lanzar algunas pinceladas:
- Los centros escolares cada vez tienen mayor necesidad de atender a los alumnos, a sus familias y a todo el entorno, lo que exige un mayor tiempo de apertura de los centros escolares (Apertura por la mañana para atender a hijos de padres que trabajan y no tienen con quién dejarlos, desayunos saludables que son una buena práctica educativa, horario lectivo en sesión de mañana, comedor escolar, actividades variadas de tarde, utilización de espacios culturales, artísticos o deportivos por otros miembros de la comunidad, etc…); ciertamente, esto exige algún gasto mayor de personal, mantenimiento, vigilancia, etc., pero puede compensar por el beneficio social, familiar y escolar.
- La jornada estrictamente lectiva debe ser preferentemente en sesión matinal, aunque también deberán tenerse en cuenta otros aspectos (zonas con clima más duro, especiales características laborales de los padres del entorno, etc.).
- Deberá introducirse un cierto criterio de flexibilidad para que algunas comarcas con características socioeconómicas, lúdicas y culturales especiales, puedan reflejarlo en su jornada y calendario con la suficiente autonomía, dentro del marco que pueda establecerse y con las cautelas necesarias.
- Los propios Centros, a ser posible coordinados por zonas, deberán tener la autonomía necesaria para establecer su propia configuración de la Jornada Escolar y el conjunto de actividades, de tal forma que ello cree un estilo propio.
Podría seguir analizando otros aspectos, pero la intención de este artículo es, simplemente, trazar unas tenues líneas maestras y provocar una reflexión personal que pueda llevar a un Calendario Escolar que satisfaga las necesidades educativas y concilie todos los intereses de los afectados.
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Comentarios(2):
El horario de 8 a 3 de la tarde es exclusivo de la función pública, y ni siquiera en su totalidad. En Cantabria, excepto en educación, dígame si el sector servicios, la sanidad, la poca industria que queda, etc... se disfrutan los puentes y mucho menos la semana santa, salvo los dos días festivos. Pues no, y es una pena. Pregunte a trabajadores de comercio y alimentación si pueden algún año tener de jueves santo a domingo. La mayoría de la gente trabaja a jornada partida o a turnos. Por dónde habría que empezar para conciliar es por los horarios de los padres, y no la casa por el tejado. La medida más eficaz de este gobierno en esta materia es el aumento del desempleo, que nos obliga a "conciliar" forzosamente.
Sólo algunas aclaraciones a "Raqueruca", a la que agradezco me lea, pues parece que estamos hablando de cosas distintas: a) En el artículo digo que "la jornada estrictamente lectiva debe ser preferentemente en sesión matinal" y también afirmo que habrá otras actividades, antes y después y en ningún caso he hablado del horario de 8 a 3. Hablo también de la autonomía de los centros y de todos los interesados (Stakeholders). b) Si sigue atentamente el artículo, que sólo pretende trazar unas "líneas maestras" para la discusión del Calendario, podrá observar que concibo los centros educativos públicos como un servicio a toda la comunidad y cuya apertura deberá ser la máxima, a ser posible todos los días del año, para mejor atender a todos los ciudadanos, no sólo a los niños en edad escolar (Biblioteca, Actividades Deportivas, Lúdicas, Artísticas,...) y también afirmo que "esto exige algún gasto mayor de personal, mantenimiento, vigilancia, etc., pero puede compensar por el beneficio social, familiar y escolar" c) En varias ocasiones hablo de que "es importante conciliar la vida familiar, laboral y escolar" y mi objetivo es que el "Calendario Escolar satisfaga las necesidades educativas y concilie todos los intereses de los afectados". d) No entro a analizar ni valorar a otros sectores económicos (Por eso digo que podemos estar hablando de cosas distintas). Pedro Arce Díez