"El adiós del Rey"
Por si no fuera evidente que se ha cerrado un ciclo político en la historia de España el Rey ha venido a refrendarlo con su abdicación. Sin embargo en mi opinión no me parece que este sea el mejor momento para ese adiós. Si la abdicación se hubiera producido hace unos años, antes de que los escándalos hubieran hecho mella en la Casa Real, el relevo habría sido más natural.
Pero en un momento en que en la sociedad hay un debate abierto sobre la Monarquía, y una crisis política e institucional que ha traído consigo un creciente desafecto por los políticos, mover ficha en la Casa Real puede ahondar más en esa crisis institucional.
Nadie duda de que a Felipe de Borbón le han preparado para ser Rey pero la realidad es que en estos momentos la Monarquía está siendo cuestionada por cada vez más sectores de la sociedad y va a hacer falta algo más que un Rey más joven para contentar a quienes creen que ha llegado el momento de cuestionar algunas de las bases sobre las que se construyó nuestro entramado institucional a través de la Constitución.
Además Felipe de Borbón tiene un handicap y es que, según las encuestas su esposa, Letizia Ortiz no termina de empatizar con los ciudadanos, y eso también cuenta en estos momentos de crisis e incertidumbre. Para ella ha llegado la hora de la verdad, demostrar que es capaz de estar a la altura de las circunstancias.
La sociedad española está cambiando, las nuevas generaciones no se sienten deudoras ni del Rey ni de la Transición, son muchas las voces que piden que se modifique la Constitución y a la hora de solicitar cambios también están quienes plantean que hay que volver a discutir sobre la forma de Estado, es decir si España debe o no continuar siendo una Monarquía Parlamentaria. Por eso el que la abdicación se produzca en estos momentos en vez de acallar esas voces lo que va a provocar es que se empiece ya a cuestionar sin paliativos si la Monarquía continúa siendo útil o ha dejado de serlo.
Es cierto que en otros países europeos las abdicaciones se producen sin ningún quebranto pero cada país tiene sus propias características y los monarcas que abdican lo anuncian con cierto margen de tiempo y la abdicación de don Juan Carlos parece cuanto menos precipitada.
La crisis económica ha dejado un paisaje desolador en nuestro país y en muchos otros. Las medidas de austeridad y las políticas impuestas desde Bruselas y por el FMI han provocado que millones de personas hayan quedado fuera del sistema. Pero lo que no habían calculado quienes han impuesto estas políticas es que esos millones de personas que han sido expulsados del sistema sientan en su desesperación que si el sistema les excluye habrá que cambiar el sistema y en ese cambio entra todo.
Durante muchos años el Rey y la Reina actuaron con inteligencia y discreción, luego un día los ciudadanos nos encontramos con los chanchullos de Iñaki Urdangarin, o con la famosa cacería de elefantes. Por no hablar de que quienes debían de ser una familia capaz de sacrificar sus intereses personales por la institución al final se comportaban como cualquiera. No son ningún secreto las criticas a las bodas de los hijos del Rey que se han casado con quién han querido pero seguramente deberían haber logrado cuadrar la ecuación casándose con quien querían y debían.
En mi opinión se equivocan quienes creen que por el hecho de ser más joven Felipe de Borbón conecta con los jóvenes españoles. El problema es que los jóvenes no le ven como a uno de ellos más allá, insisto, aunque sin duda el todavía Príncipe seguramente tiene las cualidades necesarias para afrontar lo mejor posible la tarea que tiene por delante.
Solo la salud puede justificar la abdicación del Rey. Porque sinceramente en mi opinión este no es el mejor momento para decir adiós.
Sé el primero en comentar