Noticias de Cantabria
12-06-2014 23:13

...Como un pollo sin cabeza.

El PSOE se encuentra en estos momentos en una difícil encrucijada, lo que es un problema para el propio partido, pero también es un problema para España y los españoles, pues en ningún caso es bueno que el (principal) partido de la oposición se encuentre en una situación tan delicada.

El PSOE se encuentra en estos momentos en una difícil encrucijada, lo que es un problema para el propio partido, pero también es un problema para España y los españoles, pues en ningún caso es bueno que el (principal) partido de la oposición se encuentre en una situación tan delicada.

La Constitución Española de 1978 fue elaborada y generosamente consensuada por las principales fuerzas políticas (entre ellas, el PSOE) y aprobada muy mayoritariamente por todos los españoles el día 6 de diciembre del citado año, lo que nos sirve como referencia para celebrarlo año tras año.

Las recientes elecciones europeas han puesto de manifiesto, de forma clara y contundente, que el PSOE sigue un camino descendente en intención de voto y ha perdido 2.561.563 votantes desde las anteriores europeas y si lo comparamos con los resultados de las elecciones generales de 2011, ha perdido 3.393.659, lo que significa que el 48,7 % de sus votantes de hace dos años le han abandonado. Y aún se encuentra descendiendo en intención de voto, como lo siguen detectando recientes encuestas; va camino del abismo con republicanismos trasnochados, luchas intestinas por el poder, intereses partidistas y olvido de la idea de España. Muchos posibles líderes huyen como las ratas en su hundimiento; por el contrario, algunos advenedizos, sin pudor, intentan asaltar el palacio de invierno.

¡La situación es patética!, si no fuera una cosa bien seria. Porque si el PSOE se hundiera y está realizando esfuerzos para irse a pique, las alternativas serían:

a) Un partido hegemónico de por vida, tipo PRI, que bien podría se el propio PP, aunque tampoco está en sus mejores momentos.

b) Una diversificación de partidos, con una atomización política de infarto, que podrían poner en serio peligro la gobernabilidad y estabilidad de España, lo que nos podría abocar a situaciones indeseables, en un auténtico “patio de Monipodio”.

Creo que debe imponerse la sensatez y la moderación dentro del seno del propio PSOE, para que no se despeñe definitivamente.

Muchas personas podrán preguntarse qué le pasa al principal partido de la oposición; pues desde aquellas mayorías absolutas que cosechó Felipe González, tuvo una difícil “travesía del desierto”, que finalizó con el espejismo de Zapatero, quién consiguió poner a España y a su partido patas arriba. ¡Nunca olvidaremos el daño que ha hecho a este país, a sus ciudadanos y a su propio partido!. No sólo él, sino que sus acólitos y aduladores hicieron el resto, siguiendo su estela interplanetaria, que diría una ministra de feliz olvido.

¿Recuerdan el antidemocrático Pacto del Tinell?

¿Recuerdan cómo se gestó y aprobó el Estatuto de Cataluña?

¿Recuerdan los “tripartitos” de Cataluña, Baleares y demás aventuras políticas del PSOE, aliándose con nacionalistas, partidos anti-sistema y grupos de dudosa reputación política?

Es posible que muchas personas tengan gran capacidad de olvido; otros no. Y, en todo caso, las consecuencias de muchas de las decisiones equivocadas y sectarias del PSOE de Zapatero tienen consecuencias indeseables para el propio PSOE y para todo el país, no lo olvidemos. 

Después del “tsunami” Zapatero, el PSOE ha entrado en una difícil e incomprensible situación que no es bueno para nadie; los socialistas nos han dejado el país como un erial, son los más furibundos en atacar las medidas del actual gobierno para sacar a España del marasmo que nos dejaron y el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, tras las bravatas de la última campaña electoral, ha tenido que rendirse a la realidad e irse para casa…

Pero esta situación le ha colocado al PSOE frente a sus propios fantasmas, dónde se está demostrando que andan desnortados, no encuentran un líder carismático que pueda conducir al partido hacia una “tierra prometida” y están abdicando de aquellos criterios que pactaron en la Transición, para echarse en brazos de la izquierda ultramontana, la cual les consumirá en cada bocanada electoral. Las escaramuzas que están protagonizando en el tema de la abdicación del Rey Juan Carlos I y proclamación del nuevo Rey Felipe VI son un nuevo ejemplo, que les llevará a caer un poco más en el fondo del pozo. Las turbulencias internas, como la dimisión de Patxi López, Roberto Jiménez o Pere Navarro o las que están protagonizando otros líderes y miembros de diversos sectores desde del partido solo coadyuvan a empeorar la situación.

Si volvemos la vista hacia Cantabria, la situación es aún más esperpéntica, pues las lideresas que ha tenido el partido en Cantabria, sólo se han preocupado en mantenerse en el machito, a costa de lo que fuera, incluida la “liquidación” de sus propios correligionarios (Jaime Blanco, Rosa Inés García, Blanca Rosa Gómez Morante, Ángel Duque, Mazarrasa y un largo etcétera que han sido “laminados” por el “aparato”), echándose en brazos del PRC, que casi les ha fagocitado. El ridículo es tal que la propia Sra. Díaz Tezanos ha apoyado un día a la que ella creía la futura secretaria general “in pectore”, Susana Díaz y al día siguiente dice lo contrario, pues no ve claro que lo llegue a ser (es más, ya sabemos que dado el sombrío panorama y no poder llegara ser aclamada, ha renunciado  a competir); es decir, la actual lider del PSC-PSOE está pendiente de ver a quién tiene que adular… ¡Cosas veredes, amigo Sancho!.

Algunos sectores críticos, también en Cantabria, desean “dar voz a los militantes”, quizás abriendo un melón que no les va a ser fácil digerir. ¡Tiempo al tiempo!. La demagogia tiene esos efectos.

Y existen dos cuestiones que deben quedar muy claras a la mayoría de los lectores. La primera es que necesitamos un partido de oposición fuerte, serio, riguroso y comprometido con la Constitución Española, aquella que pactaron ellos hace ya muchos años; la segunda cuestión es que el PSOE precisa una clara regeneración, que deberá comenzar por reconocer los tremendos errores y daños que ha hecho a España y los españoles y llevar a cabo una regeneración ética, para que todos sus enormes casos de corrupción sean purgados, así como las personas que los han generado (incluido su sindicato, UGT).

Hecho esto, deben buscarse nuevos líderes (¿Madina?, ¿Pedro Sánchez?, ¿Chacón?, ¿García-Page?, ¿Alberto Sotillos?,…), sin mácula de contaminación, que reorganicen un nuevo partido socialista dentro del marco constitucional, que sea leal oposición y que, en un futuro, puedan ser opción de gobierno. ¿Es mucho pedir?.

Porque de lo contrario, este PSOE puede echarse al monte, va a seguir desnortado y deambulando “como un pollo sin cabeza”.

 

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