Comillas. Punto y seguido (II)

En mi anterior artículo hice un repaso a los avatares del proyecto que pasó de la pretendida universidad del castellano al actual CIESE (Centro Internacional de Estudios del Español), que así es como se denomina en el convenio firmado ayer por el Ministerio de Educación con quien encabeza la Fundación Comillas. Y precisamente no es quien Ustedes creen, nuestro televisivo Revilla, pues la Presidenta de la Fundación Comillas, pese a quien pese y a quien sorprenda, es Dolores Gorostiaga.
Al mentor del “proyecto del siglo” no le dejaron en el pacto de gobierno ser Presidente de su propio proyecto.

Ya dije en varias ocasiones que no existía sobre papel impreso “plurianual” de inversiones en la Fundación Comillas por parte del Ministerio, que todo eran palabras (“humo” diría en su momento el actual director del proyecto). Ahora se ha vuelto a poner de manifiesto. Recuerden, primero, había que creer a Revilla, luego Revilla dijo que había que creer a Zapatero, ahora Zapatero pasa la patata al Ministro de Educación, Gabilondo, y hay que comulgar con piedras de molino y creernos, so pena de tildarnos de anticántabros o antipatriotas, que con los 2 millones del convenio firmado ayer para 2009 tendremos para tirar cohetes en la inauguración de la primera fase de la restauración del Seminario Mayor y, si sobra, hasta para hacer un macrococido montañés de los del bueno Vicente de Castilla Hermida. Imagino que la conversación con Dolores Gorostiaga haya sido del tipo el año próximo, te lo juro por las bragas de Arturo o las barbas de Pablo Iglesias, firmaremos otro convenio y así, año a año, que vete a saber si estaremos gobernando hasta el 2018. Cuando tenga copia del convenio firmado para 2009 (Nacho Diego, por favor, pedidla en el Parlamento, a ver si os la dan) seguiré poniendo los puntos en las Comillas del CIESE.

Pero hay algo que está pasando desapercibido y que puede suponer un escándalo de consideraciones imprevistas. Me refiero al uso que se pretende dar al Seminario Menor y al Edificio Máximo. Mucha foto, mucho humo y el anuncio de la instalación de “Colegios del Mundo Unido- CMU”, centro privado internacional de Bachillerato. ¿Sabían que dicha institución a través de la Sociedad de Activos Inmobiliarios Campus Comillas (SAICC), cuya placa está curiosamente en el mismo portal que la sede del PRC en Santander, ha conseguido la cesión gratuita de dichas instalaciones reformadas (coste de la operación de reforma, 36 millones de euros) durante 99 años? ¿Sabían ustedes que CMU España no tiene aún la aprobación de la Oficina Internacional del UWC para instalarse en Comillas? Actualmente sólo ha logrado la “Notificación Inicial”, es decir, el acuse de recibo del proyecto y espera que en 2010 logre, al menos, la “Aprobación Preliminar”? ¿Sabían que, en caso de ser aprobado, el CMU España no abriría sus puertas hasta el 2013-2014 con sólo un 33% de alumnos españoles, de los que no se sabe cuántos cántabros se beneficiarían por ser la selección del alumnado una cuestión de régimen interno de la UWC? ¿Sabían que ni siquiera el profesorado será cántabro pues su selección es de régimen interno y se prima haber sido alumno en algún CMU del mundo? ¿Sabían que el coste anual de la matrícula en un CMU es de 21.000 euros (3,5 millones de pesetas), algo, como podrán deducir, al alcance de cualquier bolsillo?

Si quieren saber más, pulsen www.colegiosmundounido.es  y vayan al apartado  Proyecto CMU en España.

Resumiendo. Los cántabros, a través de la Fundación Comillas y la SAICC, cedemos unas instalaciones, cuyo acondicionamiento nos costará 5.000 millones de pesetas, totalmente gratis durante un siglo a una institución privada (que nada tiene que ver con la difusión del español) cuyo canon de ingreso anual por alumno es de 3,5 millones de pesetas. Eso sí, a cambio, nos garantizan que las limpiadoras, los cocineros y camareros serán cántabros...

Cuando los pequeños comerciantes de Cantabria se ven ahogados para pagar el alquiler de sus locales, cuando las pequeñas empresas sufren para abonar al banco las letras de la compra de los terrenos y edificaciones, cuando los emprendedores lloran desconsoladamente la negativa bancaria para financiar la compra de inmuebles destinados a sedes de sus proyectos, maravilla ver cómo nuestro gobierno, con Revilla a la cabeza, autoriza a la presidenta de la Fundación Comillas la firma de convenios de cesión gratuita de instalaciones a instituciones privadas internacionales de enseñanza. Mientras tanto, en Castro Urdiales se manifiestan las madres pidiendo la construcción de un nuevo colegio público.

Socialismo puro y duro. Regionalismo a ultranza. Pues nada, a vivir, que son dos días. Prometo seguir con más puntos y comas.