Al final, todo puede quedar en agua de borrajas....

Desde hace unos años para acá estamos sabiendo que la corrupción atenaza cada vez más a este país y que la misma, creyéndose impune, está subiendo en las cifras hasta límites insospechados…

La corrupción se ha instalado en los entornos de los partidos políticos y los dos grandes sindicatos “de clase”, lo cual tiene bastante confundida, cabreada y dividida a la opinión pública.

Pero los dos entornos de corrupción que nos tiene en vilo desde hace tiempo por la dimensión de los mismos son los de los EREs de Andalucía (1000 millones desviados) y el de Cataluña (1800 millones sisados), éste representado por Jordi Pujol, familia y círculo de allegados. Sin que nos olvidemos de todas las demás trapisondas que están pendientes de investigar y juzgar (aunque hay que decir que en mucha menor cuantía, no vaya a ser que aquí comparemos robar una vaca con robar una gallina).

Lo de Andalucía, amasado por la Junta, algunas de sus Consejerías y los Sindicatos, especialmente UGT, ha sido llevado por una juez valiente, Mercedes Alaya, que se ha encontrado con todas las dificultades inimaginables (La Junta le denegaba la documentación, los sindicatos “de clase” le hacían una manifestación, la han difamado hasta hartarse, el poder judicial la corregía y aislaba….) y cualquier mortal ya hubiera tirado la toalla hace mucho tiempo. Pero ella, erre que erre, ha conseguido a trancas y barrancas cerrar un minucioso sumario, dónde afirma que “ve imposible que Chaves y Griñán desconocieran los ERE”, y elevarlo a las altas instancias judiciales, es decir, al Tribunal Supremo, dado que varios de los encausados están “aforados”…. Me refiero a los dos expresidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán y los ex consejeros Zarrías, Martínez Aguayo, Viera, Vallejo, Ávila, Recio y Mar Moreno, los cuales nos dirán que no se enteraron de nada, no vieron nada, no percibieron nada y que ellos “pasaban por allí”, a pesar del chorro de millones que fue a parar al propio PSOE, UGT, amigos, correligionarios, suegras y paniaguados. ¡Y ello a pesar de que Intervención les advirtió “hasta el hartazgo” y se pasaron los informes por el “arco de triunfo”!.

¿Cataluña?... Desde hace muchos años, todos ¿sabíamos? ó ¿sospechamos?, que allí se estaba produciendo una corrupción generalizada que llegó hasta el propio Parlamento catalán –recuerdan aquella frase de Maragall: “Vds. tienen un problema que se llama 3 %” o aquello ya más lejano de “Banca Catalana”- y que el tema estaba en boca de todos…. Pero no ha pasado nada hasta que el Sr. Pujol hace unas declaraciones dónde nos dice que lleva más de tres décadas defraudando a la Hacienda Pública y riéndose a carcajadas de todos los ciudadanos….

¿Qué hubiera sucedido en EE. UU.? Ya estarían todos en el “trullo” desde hace tiempo y por bastante tiempo; les habrían buscado los dineros desfalcados para compensar a la Hacienda Pública, que es de todos los ciudadanos; como hubiera sucedido en cualquier país democrático. ¡Aquí, veraneando!.

Y ahora es cuando se despiertan algunos y presentan querellas, se hacen investigaciones periodísticas (Hay que decir que un medio de comunicación ya había trabajado y descubierto parte del “pastel” y por ello se las tuvo que ver en los Tribunales) y todo el mundo comienza a rasgarse las vestiduras; hasta algún juez de prestigio va a tener que recuperar del cajón viejos informes policiales, que había obviado.

Pues los máximos encausados de Andalucía, se revuelven aún en sus madrigueras políticas, a pesar de que (presuntamente) “la Junta fue un nido de corrupción”. Y así tenemos que Chaves y Griñán piden a gritos declarar, pues dicen sentirse indefensos y hasta la propia Fiscalía pide dividir la investigación de los EREs lo que podría dar lugar a un desorden procesal.

…Mientras, Pujol esconde a sus hijos, quizás afanados en destruir las pruebas, contraataca y maniobra para controlar y dilatar la investigación de su fortunón, busca al culpable de la filtración de sus cuentas en Andorra, oculta a todos sus colaboradores y correligionarios, como el Sr. Más, pues él y su esposa Ferrusola van a defenderse y porque sabe que a su edad ya no entrará en la cárcel y como bien dice, se trata de algún defectillo sin importancia, que se resolvería “con simples multas y delitos ya prescritos”… Al final busca que los catalanes se apiaden de él, porque es atacado por ser catalán y separatista y se volverá a envolver en la bandera catalana; no es broma, pues ya dice Bosch, de ERC, que “la culpa del caso Pujol la tiene España”.¡Ay que jod…!.

Ni los hijos de Pujol, ni Más, ni la actual presidente de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ni los máximos dirigentes de UGT y CC. OO., ni el propio Secretario del PSOE, Pedro Sánchez, pueden ponerse de perfil; deben dar la cara política y quizás explicar y aclarar muchas cosas. Ante la opinión pública y, si fuera preciso, ante los jueces.

Pero, ante el sesgo que están tomando las cosas, mucho me temo que suceda como en el dicho: “…en agua de borrajas”. ¡Al tiempo!. Y los ciudadanos que aún lo recuerden, cogerán un cabreo de padre y señor mío; la mayoría ya lo habrá olvidado o le parecerá que son historias de antaño.