A las urnas.

     Para los populares es más importante lo que suceda en Galicia, porque si Alberto Núñez Feijóo no obtiene la mayoría y por tanto el PP deja de gobernar Galicia la lectura obvia es que al presidente Rajoy los electores le pasan la primera factura por su gestión de la crisis. Por el contrario, si Núñez Feijóo repite mayoría no solo él sino también Mariano Rajoy respirarán tranquilos.

   La verdad sea dicha, el candidato socialista, Patxi Vázquez, es una incógnita. En realidad, en el PSOE no tenían previsto que él fuera el candidato, pero los que hubiesen podido serlo quedaron fuera de juego. Si José Blanco no se hubiera visto inmerso en el caso "Campeón" probablemente habría sido el candidato, eso sí, en caso de que su compañero, pero seguramente no amigo, el exministro Caamaño no se hubiera salido con la suya que era también ser candidato a la Xunta de Galicia. Pero Blanco quedó fuera de juego con el caso Campeón y Caamaño por su apoyo a Carme Chacón como candidata a la Secretaría General del PSOE. Aunque tampoco hay que obviar que Caamaño es un político de última hora sin demasiado arraigo en el PSOE, al no contar con excesivas simpatías en esas mismas filas.

   De manera que Patxi Vázquez es un candidato por descarte, lo que no quiere decir que eso sea ni bueno ni malo. En todo caso, para el PSOE no recuperar posiciones en Galicia supondrá un aviso del disgusto de los electores no tanto con Pachi Vázquez como con la nueva dirección socialista que no parece estar siendo capaz de conformar un modelo de oposición con propuestas tan claras como rotundas.

   El País Vasco es otro cantar. Para el PSOE perder el gobierno significaría un grave revés, sobre todo si este pasa, como apuntan las encuestas, a manos nacionalistas. Los populares, por su parte, parece que tampoco van a salir bien parados de las urnas aunque está por ver si mantienen a sus votantes o los han perdido durante estos años en que han prestado su apoyo a Patxi López. Pero en realidad el PP no se juega tanto en Euskadi como en Galicia, de la misma manera que el PSOE se juega más en Euskadi que en Galicia.

   Patxi López se presenta a estas elecciones con los deberes hechos. Su gobierno está haciendo frente a la crisis con recetas distintas a las del PP. Pero lo más importante es que estas son unas elecciones sin violencia.

   Si pierde López y ganan los nacionalistas se abrirá un período de incertidumbre en el País Vasco que añadido al de Cataluña puede aumentar la sensación de crisis e inestabilidad que estamos viviendo. Pero la grandeza de la democracia es que los ciudadanos tienen la última palabra, y gallegos y vascos la dirán el próximo domingo en las urnas. Que acierten.