Una oportunidad para recuperar Santander, por Pedro Casares Hontañón
En los últimos años, la inercia, la falta de ilusión y la ausencia de un modelo de ciudad claro, han adormecido a una ciudad que no solo es la capital de Cantabria, sino que debe ser también el motor social y político de la región. En las últimas semanas estamos desarrollando una campaña con la que trasladar cien propuestas y medidas para poner en marcha en Santander los primeros días al frente de la alcaldía de la ciudad.
El próximo 26 de mayo se celebran las elecciones municipales en todo el país. Una ocasión para revalidar la confianza de la ciudadanía en los gobiernos locales o para dar una oportunidad a quienes han trabajado desde la oposición para liderar una propuesta alternativa al funcionamiento de las cosas.
Santander, tras cuarenta años de gobiernos ininterrumpidos de los mismos, desde que el 3 de abril de 1979 se celebraran las primeras elecciones municipales democráticas, tiene una oportunidad para recuperar su identidad como ciudad y recoger el testigo del tiempo perdido.
En los últimos años, la inercia, la falta de ilusión y la ausencia de un modelo de ciudad claro, han adormecido a una ciudad que no solo es la capital de Cantabria, sino que debe ser también el motor social y político de la región.
En las últimas semanas estamos desarrollando una campaña con la que trasladar cien propuestas y medidas para poner en marcha en Santander los primeros días al frente de la alcaldía de la ciudad. Santander debe retomar, a partir de mayo, el pulso al presente para afrontar el futuro.
Las condiciones geográficas, en el centro neurálgico de la cornisa cantábrica, dan la oportunidad de convertirla en un nexo estratégico de comunicaciones de todo el norte de España, dinamizando infraestructuras clave como el Puerto y el aeropuerto de Santander, para lo cual es imprescindible la complicidad y las sinergias entre el gobierno regional y el ayuntamiento, que en esta legislatura no han sido posibles.
Nuestra ciudad tiene problemas estructurales, fruto de la falta de decisiones y de la indeterminación ante los acontecimientos que se han ido desarrollando en los últimos tiempos. Situaciones como la falta de limpieza en las calles, el mal funcionamiento de la recogida de basuras, el nuevo sistema de alumbrado, el necesario impulso a la actividad cultural, a la mejora del transporte público o la situación que atraviesan la mayoría de trabajadores de los servicios municipales, como Parques y Jardines, la OLA o el TUS, requieren de sentido común y voluntad política para hacer ciudad.
Queremos gobernar Santander para atender las necesidades y resolver los problemas en todos los barrios de la ciudad, mejorando la movilidad, la urbanización de las calles, el mobiliario urbano o creando la policía de barrio para aumentar la seguridad. Y también para acabar con injustas políticas como los copagos o recuperar el talento de los jóvenes que se han marchado por falta de oportunidades. Haciendo una ciudad en la que puedan vivir y trabajar todos los santanderinos.
Gobernar Santander tejiendo alianzas con todos los sectores sociales, haciendo una ciudad de la cultura y con la cultura. Una ciudad de barrios y con los barrios. Una ciudad de mar y abierta al mar. Una ciudad del deporte y también una ciudad verde, sostenible, que proteja y cuide nuestro entorno natural y el valor de nuestra bahía.
Gobernar Santander para afrontar de forma responsable el reto de la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana tras la anulación del PGOU del 2012 por sentencia del Tribunal Supremo. Una oportunidad para apostar por la rehabilitación y la regeneración urbana, un modelo de ciudad más sostenible que respete la ciudad heredada y que suponga oportunidades de empleo y desarrollo para la ciudad.
Tenemos la oportunidad de decidir el presente y el futuro de nuestra ciudad, y para eso queremos gobernar. Frente al cambio que representamos, solo hay una alternativa, el continuismo que proponen quienes gobiernan hoy. Por eso es tan necesario el cambio, porque quienes llevan 40 años gobernando la ciudad ya no tienen ideas y han demostrado que no han aportado soluciones. Un cambio sensato, razonable, moderado. Pero un cambio valiente. Un cambio para dar una oportunidad a Santander y a sus gentes.
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Comentarios(1):
lo que no entiendo es que bezana tenga la renta percapita mas alta que santander y eso que nosotros tenemos a botin, algo raro pasa.