Noticias de Cantabria
Opinión 14-09-2022 05:54

La situación de España es dramática,

UNA NUEVA OBRA DE TEATRO  Por Juan Goti Ordeñana. Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid 

El día seis de este mes se dio un intrigante litigio entre el presidente el Gobierno y la oposición, que demostró la altura política de cada uno. El anuncio del encuentro había creado gran expectativa, pero al llevarlo a la práctica resultó una nueva obra de teatro de Pedro Sánchez.



El día seis de este mes se dio un intrigante litigio entre el presidente el Gobierno y la oposición, que demostró la altura política de cada uno. El anuncio del encuentro había creado gran expectativa, pero al llevarlo a la práctica resultó una nueva obra de teatro de Pedro Sánchez. Con ello se acentuó el diverso cariz de uno y otro, mientras la oposición tuvo que someterse normas rígidas, el presidente se tomó todo tipo de libertades para maltratar a su oponente. 
La situación de España es dramática, y cómo el Gobierno no está dispuesto a dar una solución, se puso en evidencia, en esta ocasión, el enfrentamiento que hay entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. Alberto Núñez Feijóo, solicitó tener este encuentro para discutir y dar alguna orientación a la desastrosa situación del Estado en estos momentos. El presiden Pedro Sánchez encontró, con este motivo, la oportunidad para maltratar a la oposición. La aceptación del litigio ya fue, no con voluntad de discutir sinceramente la situación actual de Estado, sino ejercitar aquel axioma español: «insulta, que algo queda».  
El encuentro fue bien preparado por el jefe del Ejecutivo, que empezó eligiendo el tono de la lid, y pergeñando el protocolo, con el visto bueno del presidente de la?Cámara Alta, el socialista?Ánder Gil, quien abusando de sus funciones aplicó el reglamento de forma torticera en la marcha de la discusión, para que más bien pareciera ordenado a una moción de censura, donde el censurado era el líder de la oposición. Como primera medida hay que señalar la disposición del tiempo, mientras al señor Núñez Feijóo se le dio 25 minutos, acuciados por el presidente del Parlamento para que terminase, Pedro Sánchez dispuso de dos horas para expansionarse insultando a su oponente.  
La actitud de ambos demostró la capacidad de gobierno que tiene cada uno, mientras Alberto Núñez Feijóo, se mostró sereno en todo momento, y consciente de la gravedad de la coyuntura por el que está pasado el país, Pedro Sánchez reveló desconocer la problemática situación de España, y se mostró irascible en su forma de expresarse, habló largo pero nervioso, con una locución inconexa, y con unas risitas con su vicepresidenta indicativo de su excitación, de modo que exhibió cómo su estrategia era errónea, deparando un examen de la terribles perspectivas de la situación económica en la que hemos entrado. 
A la breve exposición de la oposición que tuvo que resumir por la limitación del tiempo que le dieron, Pedro Sánchez se mostró excitado, fuera de sí, llegando a perder los estribos en su larga y prolija contestación, exhibiéndose faltón, con acusaciones que revelaban su incoherencia, no sólo en la contestación, sino también en su forma de actuar en la realidad de la vida. Se vio, cómo no procede con lógica cuando no le han preparado la respuesta, y en esta ocasión, como le sucede muchas veces en el Parlamento cuando le sorprende un tema, empezó con toda clase improperios y reproches al ser desconcertado con la calificación de ilegítimo el Gobierno que tiene formado con elementos comunistas, y el apoyado por independentistas y HB-Bildu. Entonces le salieron los temores que tiene en su interior de los desmadres que hace en su forma de dirigir al Estado. Hasta el punto que el líder de la oposición susurró desde su asiento: «se ha equivocado su señoría», dese cuenta que anda por los cerros de Úbeda. 
El programa socialista fue más allá en este cara a cara con objeto de enaltecer a su líder. Los bancos del Gobiernos y de la izquierda estuvieron repletos, para que el aplauso fuese continuo, al objeto de mostrar la fortaleza de su jefe, porque es la única aprobación que dispone este equipo gubernamental, y no tienen mejor oportunidad porque están viendo el mazado de las encuestas. La oposición quiso entrar en el tema de la terrible crisis del Gobierno, pero Pedro Sánchez no quiso meterse en esa materia, sino que, por el contrario, trató de exhibir los regalos que ha hecho el Gobierno al pueblo, para que pueda devolverle con su voto, por lo que enumeró los cheques, bonos, becas y ayudas que por pura gracia dona el presidente a su pueblo. Al hablar del futuro, sus palabras fueron confusas, ambiguas y desordenadas sin ninguna concreción, recurriendo a los tópicos de la pandemia, la guerra en Ucrania y las demás circunstancias que utiliza para justificar su incapacidad y torpeza para dirigir los asuntos públicos. 
Los problemas políticos sólo asomaron cuando Núñez Feijóo, le ofreció, con gran destreza y maestría, desligarse de sus aliados: «apártese de sus ministros, que no ha nombrado, y de sus ayudantes que no están a la altura de las necesidades de esta situación, y busque alternativas en grupos sólidos, que pueden ser una opción aceptable». Ante la inesperada alternativa calló el claque de aplaudidores, pero fue muy breve, unos minutos, pues incontinenti supo que el presidente no podía aceptar la mano que se le ofrecía. No está dentro de su capacidad ordenar adecuadamente la marcha del Estado. 
Pedro Sánchez advirtió el peligro de perder la Moncloa, y ante esta situación convocó para el lunes siguiente los diputados socialistas en el Congreso, para mostrarles el peligro y advertirles que se están jugando sus asientos en el Parlamento, por lo que es obligatorio, desde ya, que no escatimen ataques a Feijóo, como ya vienen haciendo los ministros en todas las ocasiones que se les presentan: con razón o sin razón, con lógica o sin lógica, pues la prioridad es desgastar al líder del PP. para soslayar su crecimiento, como figura moderada, capaz de gobernar y sacar a España de la crisis en que está metida. Éste es su programa. 
 
 

Sé el primero en comentar