Todo lo que se frena mientras Revilla colorea el faro, por Javier Puente

El pequeño comercio de barrio que ha visto disminuir el consumo, el ganadero que sufre para cuadrar las cuentas con el precio de la leche, el empleado que ha sufrido un ERTE y tarda en cobrar, el recién licenciado que no encuentra trabajo… Pequeñas historias de sufrimiento en uno de los periodos más complejos de la historia de Cantabria, con una pandemia que amenaza con paralizar la vida económica y social en el próximo otoño.

 
Frente a ello, la gran propuesta del presidente regional este verano ha sido promover el ‘tuneo’ del faro de Ajo. Al margen de que artísticamente se pueda estar de acuerdo o no, los juegos de colores de Revilla no son oportunos. Una autoridad pública debe saber cuándo es tiempo de ocurrencias y cuándo es el momento de las decisiones de calado.

 
En plena crisis del coronavirus, en plena escalada de contagios en Cantabria, con el comienzo de los colegios en pocos días, no es el momento de colorear nada. Nuestra región necesita proyectos de futuro, apostar por la innovación y las nuevas tecnologías, con políticas públicas que impulsen estos proyectos.

 
La mayoría de los ciudadanos esperan un Gobierno que fomente el empleo, que facilite la creación de empresas, que ayude al pequeño comercio y a los autónomos. Es la base para poder reconstruir la catástrofe económica de estos meses. Y es algo que está en el ADN del PP y que hemos demostrado en los dos periodos en que nuestro partido ha gobernado a nivel nacional y en los distintos gobiernos autonómicos.

 
Los jóvenes de Cantabria terminan los estudios universitarios o profesionales con un buen nivel de conocimientos. El gran problema es que no encuentran dónde aplicarlos, porque desde la Administración Pública no se potencia el desarrollo digital. Personalmente, como portavoz de Transformación Digital en el Senado, he colaborado con varios compañeros en iniciativas para el avance en la digitalización:
- Apoyar la digitalización de las pymes para hacerlas más productivas y competitivas en este mundo global. Digitalizarse no es una opción, o te digitalizas o desapareces.
- Clara y firme apuesta por la Industria 4.0 y las tecnologías que la apoyan para que nuestra industria no se quede atrás: Inteligencia Artificial, Cloud, Internet de las Cosas, Ciberseguridad….
- Un plan de formación digital que permita cubrir los puestos de trabajo que quedan vacantes.
- Apoyo a la creación de Startups, con financiación, atracción de inversión extranjera y creación de talento.
- Activación de los Territorios Rurales Inteligentes, con una buena cobertura, unos buenos servicios y apoyo a las empresa y autónomos que se asienten en las zonas rurales.
- Apuesta por el Teletrabajo y que las empresas, a nivel mundial, confíen en España para que trabajen aquí sus profesionales. Tenemos buenas redes de comunicaciones, es un país seguro a día de hoy, tenemos un entorno inmejorable donde la gente estaría dispuesta a vivir y trabajar.

 
Vemos la digitalización como algo transversal a todos los sectores, no como algo estanco. Por ello somos conscientes de que todas los ministerios deben implicarse en esa digitalización de país.

Se puede estar de acuerdo o no con estas propuestas, pero es evidente que el debate público debe estar ahí. La astucia de nuestro presidente cántabro para desviar la atención de la opinión pública a los colores de un faro es tan simple como empobrecedora. Si algo se exige a una autoridad pública en este momento es responsabilidad y liderazgo para debatir cómo construimos la Cantabria del futuro y cómo facilitamos que nuestros jóvenes afronten los retos del siglo XXI. Lo demás es perder un tiempo precioso.