¡Taxi, taxi…..!,

Esta voz era frecuente oírla en la calle a grito pelao; como aquello de ¡Serenoooo…! O lo del afilador o aquellas cosas que están en los recuerdos de quienes ya peinamos canas; pero los más jóvenes se han enganchado a las nuevas tecnologías y hasta nosotros nos vemos obligados a realizar las gestiones bancarias de forma digital, aunque no nos guste, pues nos priva el hablar con el bancario, el cobrador de la prima de seguros o el panadero del tiempo, del futuro y de las mil cosas que se nos ocurran….

¡Los tiempos han cambiado una barbaridad!

Y viene esto a cuento de la huelga “salvaje” de los taxis en las principales ciudades de España; por supuesto que los taxistas tienen derecho a la huelga, como cualquier otro trabajador, pues es un derecho individual inalienable. Y, ¡Ojo!, también existe el derecho individual de no hacer huelga.

Y los taxistas se han lanzado a una huelga salvaje –sí, sí, salvaje, pues no han respetado las normas que regulan dicho derecho-, sin aviso previo, interrumpiendo el tráfico en las principales avenidas de España, sin que hayan sido sancionados, como lo hubiéramos sido cualquiera de nosotros. Y ha habido violencia de palabra y de hechos, con agresiones, coacciones, amenazas como “cerrar la frontera catalana con Francia”, daños materiales (disparos, pintadas, ácidos a la carrocería, rotura de lunas,…), etc., lo que no parece de recibo. Por ejemplo, se han atrevido a parar un vehículo de estos “Vehículos de Turismo con Conductor” (VTC ) cuando llevaba una familia francesa y hasta el padre de ésta se ha visto involucrado en la trifulca. ¡Qué imagen han dado a Europa, ahora que están viniendo los turistas a España!.

Y la gente por la calle y en los medios de comunicación se han preguntado la causa de la huelga… ¡Pues parece que no quieren vehículos VTC, “Cabify”, “Uber” que les hagan la competencia!

Y las redes sociales han saltado como si se tratara de un resorte y nadie nos hemos librado de los machacones mensajes, algunos de los cuales les transcribo:

-          “El problema es que somos los usuarios los que preferimos Cabify porque son más baratos; son honrados; tienen tarifa prefijada; son coches elegantes y limpios; son conductores profesionales, aseados, amables y educados; porque vienen con el aire acondicionado puesto; porque soy yo el que elige mi música o mi emisora de radio preferida; porque me ofrecen una botella de agua; porque siempre me recogen en mi puerta y me dejan delante de la puerta; porque al finalizar la carrera puedo puntuar mi satisfacción”.

-          “El problema es que los taxistas quieren que se perpetúe su monopolio”.

-          “Si Cabify ofreciera un peor servicio, no tendrían clientes”.

-          “Con esta huelga que colapsaron las ciudades, han perjudicado gravemente el comercio, el turismo y la libre circulación de las personas…. Y si pretenden fastidiar a los que se van de vacaciones, ¡no volveré a coger un taxi!. aunque tarde más en llegar, viajaré en Cabify o Uber”.

-          “Por cierto, cuando llego a una parada de taxis, por qué tengo que coger el primero que lleva las ventanillas bajadas y no puedo elegir el que lleva el aire acondicionado puesto?.

-          “Como bien dice el extaxista y abogado, Pablo Franco,  para empezar, los taxistas no sois empleados, por lo que no podéis hacer huelga. En todo caso, al ser empresarios autónomos, podéis hacer un cierre patronal. Pero esto que estáis haciendo, colapsar ciudades, es ilegal y lo vais a pagar”

-          “Sois unos sinver….. , habéis estado trabajando toda la vida en B y explotando a vuestros empleados y ahora venís a quejaros de la competencia?”

-          “Sois famosos por trucar trampas, trucar taxímetros, cobrar de más y dar vueltas innecesarias, así que ahora si hay un servicio de mejor calidad, precio y más limpio y efectivo, os jodéis, como nos hemos jodido tantos empresarios cuando nuestros negocios han quedado obsoletos como el vuestro”.

-          “La Ley prohíbe alquilar licencias, pero vosotros lo hacéis y por lo tanto lo cobráis en B, mientras explotáis al conductor que conduce vuestro taxi 12 horas diarias….”

-          “Transferir una licencia en el ayuntamiento cuesta menos de 5.000 € y vosotros especuláis con ellas y las revendéis por 100.000 € y encima en dinero negro, así que explicarme cómo se construyen puentes y hospitales con ese dinero que tenéis debajo del colchón”.

-          “Tenéis el privilegio de ser considerados servicio público cuando sois empresarios privados, tenéis paradas en nuestras calles, aeropuertos y estaciones y un montón de privilegios más y encima os quejáis…”

-          “Queréis un monopolio en el transporte en base a qué….?”

-          “En que otro sector existe o pasa esto?. Os imagináis a los videoclubs pidiendo q se prohíba Internet?. A Olivetti pidiendo q se prohíba el Word y las impresoras?. A Kodak pidiendo que se prohíban los móviles con cámara?.

-          “Y seguir jodiendo al personal, colapsando ciudades y atacando a ciudadanos y competencia, que veréis qué bien os va”.

-          “No vuelvo a ir en taxi”

Podría seguir, pero algunas no son para escribirlas aquí, por si lo leyeran menores o aburriera a los mayores.

La conclusión es que los que no sabíamos nada o casi nada de estos vehículos, ya nos hemos enterado y quizás puedan ser una alternativa razonable; es decir, les han hecho gratis la campaña publicitaria. Y quizás deban reflexionar los taxistas que son los usuarios los que deberán elegir quien quiere que les lleve de un sitio a otro.

Y supongo que los taxistas son suficientes para plantear un conflicto si así lo desean; creo que no necesitan ningún pescador que venga con las redes, a ver si pican. Y si no han echado a patadas a los de Podemos, es porque algunos sectores del taxi les caen bastante bien y les han dejado que colapsen las dos principales arterias de Madrid y Barcelona, en detrimento del resto de los ciudadanos que se han sentido rehenes del conflicto. ¡No hay peor cosa que politizar un conflicto sindical!.  ¿O no es un conflicto sindical?.

Y mientras el débil y no votado Gobierno de España se despereza, se siente incapaz de resolver cualquier problema e intenta traspasar el mismo, “facultando a las Comunidades Autónomas que lo deseen para regular el sector de las empresas de vehículos de alquiler con conducto (VTC)”, las cuales no están en disposición de aceptar esta “transferencia envenenada”, lo cual es normal y el Gobierno lo asume, aunque su único objetivo es ganar tiempo, como en otros temas que no sabe cómo resolver.

Los taxistas, después de deponer la huelga salvaje, están en una “tregua” hasta septiembre, a la espera del cambio normativo, porque “están hartos de mentiras, falsas promesas y pajas”; les sugiero que se piensen bien los pasos a dar en el futuro, no vaya a ser que tiren piedras hacia arriba y les caigan en su propia cabeza.