Dentro video y canción
Santander La Marinera
El próximo sábado 20 de octubre algunos santanderinos haremos un homenaje a Chema Puente en un restaurante de la ciudad. Le hacemos este homenaje en agradecimiento al compromiso a lo largo de su vida, pero en especial en estos últimos tiempos con las causas ciudadanas. Quizás no todo el mundo sabe quién es, pero todo el mundo ha cantado alguna de sus canciones y sobre todo se ha emocionado al oír su Santander la Marinera.
Quizás no todo el mundo sabe quién es, pero todo el mundo ha cantado alguna de sus canciones y sobre todo se ha emocionado al oír su Santander la Marinera, hoy himno oficioso de la ciudad.
Chema Puente, profesor, cantautor, ravelista… es un icono de la cultura popular en nuestra ciudad y en nuestra región comprometido desde siempre con las causas ciudadanas. Chema este año ha redoblado sus esfuerzos y sus compromisos con la ciudad, con sus vecinos y con nuestro patrimonio colectivo. No sólo ha estado presente en la larga lucha para recuperar nuestro sistema tradicional de transporte, quebrado con aquellos denostados cambios del metrotus, sino que además de su presencia física ha estado con su presencia cultural componiendo una canción que se hizo viral, que decía aquello:” De Cueto, Peña Castillo, San Román y también Monte …al centro de Santander queremos ir de un tirón, no queremos sube y baja en ningún transbordador” que se cantaba en todas las concentraciones.
También estuvo presente en las convocatorias contra los espigones de la Magdalena, en las que también habló, cantó, recitó y compuso otra canción que quedará para el recuerdo:” Que diría el viento del sur si a su adorada bahía…Peña Cabarga y la Luna… Que quiten ese espigón. Qué diría Ciolí señores… que quiten ese espigón”.
Si, hemos tenido un año agitado en reivindicaciones ciudadanas, en las que no ha faltado en ningún momento y esas cosas a menudo pasan factura y así ha sido en este caso, pues consecuencia de su compromiso se ha caído, perdón le han tirado, del cartel de las actuaciones municipales.
Querido Chema, fuimos juntos al colegio en la lejana niñez e infancia, y hemos transitado a la par en la escuela de la vida. Estas cosas son así y tú lo sabías, pero en ningún momento dudaste de en donde tenías que estar, como no lo has dudado nunca, de manera que desde estas líneas me congratulo de ser amigo tuyo y poder alabar tu dignidad.
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