Por sus hechos les conoceréis… (Lc. 6.43-44)

Este hecho ya de por sí, me parece demagógico y hasta un insulto a las mujeres, que no precisan en estos tiempos de una lista “cremallera”, sino en ocupar los puestos que por su valía lo pueden hacer y lo hacen muy bien. ¡Chapeau!.

Pero como en la elección se ha fijado más en la imagen y la ideología que en la valía, pues pasa lo que pasa; no voy a analizar su gobierno femenino, pero si en tres ministras que a algunos nos están produciendo preocupación, cuando aún no han pasado los tres meses de su gestión.

La primera, es la Ministra de Justicia, Mª Dolores Delgado García, salida de los brazos del ex juez Garzón y que ha pretendido dejar al juez Pablo Llarena a los pies de los caballos independentistas, ante la demanda que los políticos huidos han presentado en los tribunales belgas, país que se está comportando con España como un auténtico país enemigo; incluso los socios del PSOE están atacando al juez Llarena de forma inmisericorde. Y ha persistido en el error, hasta que se le ha echado encima todo el mundo judicial salvo los sectarios de su cuerda, la mayoría de los medios de comunicación y sus compañeros del Consejo de Ministros reunidos informalmente en Quintos de Mora y ha obligado al propio Sánchez a rectificar, dejándola fuera de juego, ahora disimulado con la justicia universal que tanto gusta a Garzón, el juez vengador de todo el orbe.

Y ya que hablamos de esta ministra, decir que se ha rodeado de colaboradores como el juez José Ricardo de Prada, el látigo (injusto y desproporcionado) de Rajoy y quien acusó a las Fuerzas de Seguridad en una conferencia en Tolosa de “practicar la tortura a los detenidos de manera clara”, para satisfacción de los etarras y de todo el mundo independentistas. Otro de los colaboradores es Manuel Ollé, defensor de uno de los condenados por apalear a los guardias civiles de Alsásua y colaborador de Garzón; Manuel Vergara es asesor de la Fundación Baltasar Garzón y Hernán Hormazábal, colaborador de Garzón… Vamos, que esta ministra ha ido al despacho de su protector y se ha llevado el equipo casi al completo, con lo que Garzón ha colonizado este “ministerio”.

La segunda, es la Ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño Santamaría, llegada como un mirlo blanco de la Unión Europea, donde negoció el aumento del déficit, sin contar con los ingresos, aunque ya sabían que iban a salir de los bolsillos de los españoles a base de nuevos impuestos o elevación de los anteriores, con aquellos latiguillos de subir el impuesto a los ricos, a los bancos a… Pues aún en el mes de agosto, la economía de España se está desacelerando, se puede decir que casi todos los índices macroeconómicos (aquellos que no les gustaba que en la época de Rajoy fueran al alza y los despreciaban) están a la baja: El PIB ha bajado de 0,7 a 0,6; el consumo de los hogares, de las familias, ha bajado del 0,7 al 0,2 y ello en la perspectiva veraniega que parece que consumimos más cosas; las exportaciones han caído desde el 1,3 al –1,0, lo que es más que preocupante; el IPC ha bajado del 2,3 al 2,2; las pernoctaciones hoteleras de julio han caído el -2,2 % lo que también es más que preocupante; la confianza económica de España cae en agosto a su peor dato desde marzo de 2017. ¡Hasta la afiliación a la Seguridad Social ha caído por debajo del 3 % en un periodo de explosión turística!. Bueno, veremos cómo al final de año, el turismo ha descendido y echarán la culpa al empedrao y nunca al desprecio y hostigamiento que sus socios podemitas, con su apoyo explícito, hacen en las principales ciudades turísticas de España, como Barcelona y Madrid. Estos y otros muchos datos similares, nos genera un escenario de incertidumbre socioeconómica que es para estar preocupados.

Quizás tengan la tentación de echar las culpas al anterior Gobierno, precisamente el que ganó la última batalla después de su cese: “creación récord de empleo en el segundo trimestre con 469.900 ocupados más” (“El Mundo” dixit). Y lo que si parece que va a hacer este Gobierno es subirnos los impuestos y muchos se van a acordar de los “impuestos confiscatorios de Montoro”.

Y la tercera Ministra, la Ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio Cordero, presentada como “una experta para el reto de las pensiones”, habrá podido comprobar, después de las acervas críticas que el PSOE hizo al anterior Gobierno, que en este mes de agosto, las pensiones han batido record de gasto (9.218 millones de euros) y de seguir esta línea ascendente, nos podemos poner en una situación complicada en cuanto a su sostenibilidad futura. Ahora sí que es más que preocupante y todos aquellos pensionistas que se echaban a la calle en los primeros meses de este año, se habrán dado cuenta, supongo, de cuáles son los problemas futuros y quien no los afronta. ¡Salvo que su sectarismo ideológico les ponga una venda delante de los ojos!.

Y menos mal que no se la ha ocurrido quitar todo lo anterior, especialmente lo que fue más positivo, como la reforma Laboral, que debe ser reformada y mejorada, pero no derogada. Y mientras esto sucede, ella dice “que le han metido un gol por la escuadra”, pues su ministerio ha aprobado el sindicato de trabajadoras sexuales y ahora lo quiere anular.

Así, pues, que cada uno juzgue por sus hechos… ¡Obras son amores….!