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Opinión 11-03-2019 13:08

Hay que valorar al político, aunque resulte difícil por Carlos Magdalena Menchaca

“ La política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano.” ( Eisenhower) Se acercan las elecciones y a partir de ahora verán como la llamada -clase política- empieza a moverse, dixit, a trabajar para ellos no para nosotros, recorrerán la geografía española, le sonreirán, y hasta le darán la mano y le prometerán de todo, ¡hasta la luna!. Revilla no porque desde que es presidente da la mano a todos los que quieren estrechársela,

La duda ofende... aún  cuando desde este medio de comunicación muchas veces denostamos, criticamos al político por su incompetencia, desfachatez y cara dura, no dejamos de entender que el político es necesario. La democracia precisa de unos representantes, valga la redundancia, que nos representen, hablen por nosotros y dirijan nuestras “cosas”;  y si además son competentes, capaces y honrados no necesitamos más. Lo anterior está admitido porque todos somos demócratas, excepto algunos y algunas que como son “más demócratas” dan carnet de demócrata a su gusto según su ideario. El problema surge porque hay muchos políticos que carecen de profesión u oficio demostrable, carecen de formación, estudios y nunca han pisado el mundo laboral, y a pesar de ello  se ponen  al frente de empresas, de nuestras empresas públicas y eso se traduce en pérdidas económicas como hemos estado comprobando en una empresa de nuestra tierra que debería ser emblemática, Sodercan,

..y solo ha sido famosa por los claroscuros que ha tenido y por las pérdidas que ha sufrido teniendo  que inyectar dinero sin fin,  recientemente también con un aumento de capital sin explicar. 

Es lo que hay, es la respuesta del victimismo de algunos políticos y empresarios. Ahora bien, independientemente de lo anterior muchas veces decimos, los que vemos  los toros desde la barrera, que hay que tener un “estómago” espacial y especial para ser político. En efecto no todo el mundo sirve para ser político, hay que tener “las espaldas” y tragaderas muy grandes". En esta democracia, y aunque a veces nos tiente, muchos decimos que no duraríamos en un partido político ni un día aunque este partido sea el que votemos el día de urnas.

Para empezar el inscribirse en la actualidad en un partido político supone el desnudarte de tus ideas y renunciar al conjunto de principios y dignidad que ornas con orgullo.El paso es difícil aunque se presente como necesario

En efecto, integrarte en una formación política y someterte a una camarilla que lo dirige-digiere, impide que muchas personas que les gustaría participar en política les frene lo anterior porque la trasparencia es algo que no tienen los partidos de nuestro entorno por lo que muchas personas muy validadas no están dispuestas a asumirlo, se lo siguen pensando y eso se traduce en que volverán los que ya conocemos por su incompetencia, salvo excepciones naturalmente. Pena.

“ El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo.” (Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido)

En efecto no todo el mundo sirve para ser político, hay que tener “las espaldas” y "tragaderas" muy grandes".

 

 

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