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Opinión 07-12-2024 17:30

EL SALTO DEL GITANO. Francisco Glez-Riancho Colongues

En estos días anteriores he estado visitando la comarca de Monfragüe y alrededores y una de las paradas obligatorias es la visita al Castillo y el Saldo del Gitano en la Reserva de Monfragüe.

 

En estos días anteriores he estado visitando la comarca de Monfragüe y alrededores y una de las paradas obligatorias es la visita al Castillo y el Saldo del Gitano en la Reserva de Monfragüe.

En el mirador del salto del gitano, lugar más fotografiado de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, pude ver volar por encima de nuestras cabezas a multitud de buitres leonados, cigüeñas negras y otros tipos de rapaces. Es impresionante ver a todas esas aves volar tan cerca nuestra en el más absoluto de los silencios. Puedes pasarte minutos viendo como vuelan sin agitar las alas entre esas paredes de la Peña Falcón de roca de Cuarcita Armoricana.

Luego si subes hasta el Castillo, puedes ver a los buitres volando por debajo de ti, porque se coge mucho desnivel, aunque para ello haya que ascender por unas escaleras interminables.

La Peña Falcón es una mole de cuarcita que surge desde el rio Tajo y que tiene como curiosidad que en su cima se vislumbra la figura de un Guardia Civil, con su tricornio y de ahí viene la leyenda.

El gitano, cuenta la leyenda, era un joven alto, fuerte y bravo, que asaltaba a los comerciantes que transitaban por este lugar, denominado el paso de la Peña Falcó.

Cierta noche, dos comerciantes pasaron la noche en Villareal de San Carlos, llevaban cinco mulas cargadas de productos y dos caballos. Cuando

cruzaban por el paso, el gitano les interceptó y les mostró su navaja de gran tamaño. Estos que habían oído hablar del gitano huyeron dejando las mulas con todo el botín.

En esos momentos apareció la pareja de la Guardia Civil y el gitano huyó siendo perseguido por la Sierra de Corchuelas hasta la Peña de Falcó. Allí el gitano dio un salto al precipicio por encima del Tajo, quedándose los guardias incrédulos de los que habían visto. Desde el otro lado del rio, el gitano se quedó haciendo burla a los guardias, pero uno de ellos se quedó tan impresionado por la hazaña que se quedó petrificado, dando así la forma de las rocas que hacen famoso este lugar.

En internet se pueden ver con mucha claridad videos de la zona, con los buitres y otros, volando por las paredes de la Peña.

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