El Esteru. Francisco Glez-Riancho Colongues
El Esteru es un personaje de la mitología cántabra, es el Papa Noel Cántabro. Cuenta la leyenda que era un hombre bondadoso, robusto, con boina y pipa, siempre acompañado de su hacha y su Burru.
El Esteru es un personaje de la mitología cántabra, es el Papa Noel Cántabro. Cuenta la leyenda que era un hombre bondadoso, robusto, con boina y pipa, siempre acompañado de su hacha y su Burru.
Durante el año, coge su hacha y se dedica a cortar leña por los bosques de Cantabria, con la que hace los juguetes que en Navidad reparte a todos los niños de Cantabria.
Es en la zona de Comillas y Udías donde es más conocido, incluso desfila en la Cabalgata de Navidad con los propios Reyes Magos. En Asturias y últimamente en Laredo ha cogido también gran popularidad.
Cuenta la leyenda que un día un Hada buena,estaba acompañada por unos pequeños Enanucos, cuando estos vieron algo que se movía entre unos troncos. El Hada y los Enanucos se quedaron de piedra al ver que se trataba de un bebé. Era de un niño abandonado por sus padres, posiblemente porque no podían ocuparse de él. Esto en esos tiempos era normal, la gente pobre abandonaba a sus hijos recién nacidos en las puertas de conventos o casas particulares con el fin de que fueran adoptados por alguien que tuviera mejor posición económica.
La anjana llevó al niño a casa de un leñador y carpintero que no conseguía tener descendencia. El niño fue bien acogido por este y su esposa, al que enseñaron el oficio que había ejercido toda su vida.
Desde entonces, la anjana fue su protectora, dándole los dones de la valentía y la bondad.
El niño creció y se convirtió en un mozo fuerte y risueño, con barba blanca y boina. Pero surisoñez desapareció cuando sus padres fallecieron, sumiéndose en una gran tristeza.
Esteru andaba siempre triste por los caminos acompañado de su compañero el Burru, pero cuando se cruzaba con algún niño, le regalaba algún juguete hecho por él mismo, eso hacía que esa noche se acostase con otro humor.
Cuenta la leyenda que un día volviendo del monte, vio como un rayo alcanzaba la casa de unos niños huérfanos. Sin pensarlo un momento, corrió hasta allí y salvó a los niños envolviéndolos en una manta. Pero cuando estaba a punto de salir, una viga se desprendió y le golpeó en la cabeza causándolo la muerte. Fue en ese momento cuando el Hada le habló y le dijo que como había sido un hombre bueno, no quería que muriera y que desde ese momento haría los juguetes para los niños de Cantabria ayudado por los Enanucos y ayudando a los Reyes Magos.
Así que la noche de día 5 al 6, cuando dejemos leche con un pedazo de roscón a los Reyes, no nos olvidemos de dejar otro pedazopara el Esteru.
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