De Javier del Olmo a Jaime González, y el “Balneario” (2004-2019), por Carlos Magdalena Menchaca
Quizá en esta próxima legislatura por el equipo de gobierno se inicien, no estudios ni comisiones de pasar el tiempo, y se adopten objetivos claros de relanzamiento del Puerto de Santander, pero eso se tiene que hacer desde las mesas de trabajo y no desde los anuncios publicitarios, y sí hace falta “arrebatar” un gestor de Puertos a la competencia, que se haga.

Ha habido ideas, muchas, algunas rocambolescas, pero nunca un verdadero libro blanco en donde se incluyesen las necesidades actuales y el futuro del Puerto. Desde Madrid se lanzan ideas, parches, o visitas a las Galias (Santander) pero nada más y se hacen "obritas portuarias" que se alargan en el tiempo por no amarrar convenientemente los contratos que se firman.
En efecto, fruto de ese “abandonismo” es por lo que se le llama al Puerto “El balneario”, porque es el lugar dónde se depositan los llamados primus ínter pares de la política, es un decir, o de la amistad de los partidos políticos.
Hay que recordar que la presidencia de la AP la otorga el Ministerio de Fomento, previa presentación de nombre o terna del gobierno de Cantabria, quién lo nombra, luego depende directamente de Fomento.
Carece de capacidad ejecutiva, que para eso está el director o en el caso que nos ocupa de Santander, la directora del puerto, que tiene la calidad de funcionario y se nombran en Madrid. El presidente de la Autoridad Portuaria viene a ser como la imagen del Puerto y nada más. Algo debe de cambiar en la gestión del puerto, pero no son tan culpables los que ocupan el puesto, verdadero lujo profesional, sino el gobierno que en turno ocupa el poder incapaz de variar esta ruleta.
En Cantabria muchas veces se ha dicho por el responsable político que es nuestra principal empresa e intocable pero no se pasan de las palabras a los hechos.
Javier del Olmo, con el que tuve relación personal, fue un buen personaje con cierta incontinencia en su verbo, en sus comparecencias y decisiones. Puso encima de la mesa dos propuestas, la primera que el Puerto de Santander no podía crecer más si no se le sacaba de la Bahía, y la segunda que procedía la creación de un Puerto seco en Valladolid. Siempre le considere una persona abierta y se hacía notar por lo que tenía amigos y detractores. En sus continuas ruedas de prensa daba “vidilla” a los que le escuchaban con sus comparecencias de humo y sus viajes por el mundo firmando protocolos-convenios de la nada que podían llenar habitaciones. A falta de algún otro presidente, que no citamos por su escaso tiempo de permanencia en el cargo, nos colocamos cuando Ignacio Diego ganó las elecciones con su mayoría absoluta y recolocó en el “Balneario” a su amigo Martínez Sieso. Cumplió perfectamente su cometido, el que tiene encomendado, no decir nada, acatar las órdenes de Madrid y ser disciplinado, apenas se tuvo noticias de él, hasta que se acabó su estancia de cuatro años.
Llegó el actual Jaime González, y todo iba sobre camino de rosas, hasta que empezaron a encontrarse algunas piedras por el sendero, como cuando sucedió un "rifirrafe" y cambio de criterios. Primero dijo y apoyó desde su cargo institucional el Polígono de la Pasiega, proyecto estrella de Revilla, para pasar a decir que no era necesario para el Puerto. Producido el cambio de Gobierno en Madrid volvió a apoyar el Polígono de la Pasiega... Fue comentado en ambientes santanderinos el cambio de criterio, el sí para después no y luego sí. Su actuación en la presidencia, a punto de finalizar, tiene en algún periodo cierto parecido a la de del Olmo, que llegó a consejero, con la salvedad de que este Presidente actual ha cambiado las ruedas de prensa por lanzar noticias a través del -periódico de toda la vida- y anuncios de proyectos que por desgracia no tienen ninguna viabilidad, porque antes hay que consensuarlos convenientemente en los despachos de Madrid, que es de donde depende realmente el Puerto de Santander, y después disponer de partida económica.
Nosotros hemos hecho hincapié en la necesidad de crear una Estación de Cruceros en Raos con dinero de Fomento, Bilbao tiene tres Estaciones de Cruceros. No debemos amontonarlo todo en Santander ciudad, hay que crecer y ampliar urbanísticamente. Habría que dragar las entradas a los puertos deportivos en la Bahía, en el de Pedreña hay que esperar a que suba la marea para que puedan entrar barcos de cierto calado. Buscar y permitir puertos de abrigo en la Bahía potenciaría el turismo náutico. El Pantalán de Calatrava rompe media Bahía, etc... Hay tantas cosas que no se hacen por dejadez que resulta un insulto a los santanderinos como adecentar a la rampa que utilizan los regatistas para que en marea baja no se peguen con las piedras los niños que navegan con sus "optimis". ¡En fin!
Quizá en esta próxima legislatura por el equipo de gobierno se inicien, no estudios ni comisiones de pasar el tiempo, y se adopten objetivos claros de relanzamiento del Puerto de Santander, pero eso se tiene que hacer desde las mesas de trabajo y no desde los anuncios publicitarios, y sí hace falta “arrebatar” un gestor de Puertos a la competencia, que se haga.
Todo vale por Cantabria, pero exijámoslo, todo menos estar de brazos cruzados o seguir, otra legislatura más, en la gestión de palabras huecas.
Todos queremos lo mejor para Cantabria y lo mejor para el Puerto de Santander, pero antes de seguir y de hablar debemos saber lo que tenemos, nuestras competencias y posibilidades, y no seguir dando largas al pregonero.
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Comentarios(2):
La unica obra realizada el muelle 9 y no saben ni realizar un contrato Deatre total
Del Olmo nos dejo las bolas negras en el espigón del Maritimo y Gonzalez unas piedras que ha colocado frente al monumento de los raqueros.Las dos grandes actuaciones