¿La alianza PSOE-PRC en el Gobierno está siendo beneficiosa para Cantabria o se esperaba más?

 
 
La gente de nuestro país, de Cantabria está cansada, hastiada, aburrida, y no hace falta decir el porqué, lo sabemos todos. Pero no vamos a hablar ahora al principio del hastiamiento de la gente, de los ciudadanos españoles, catalanes, vascos...¡no! Voy a hablar un poco de Cantabria porque Cantabria lleva ya un año que está, digámoslo benévolamente, parada. Estamos todos los días pensando en lo que nos darán de Madrid, estamos todos los días haciendo llamadas a Madrid, y así no se hace camino.

 
Recordemos, recapitulemos, que don Miguel Ángel Revilla, nuestro presidente autonómico, ganó las elecciones aquí en Cantabria y las ganó él. Entonces desde Cantabria Liberal le dijimos que quizá había llegado el momento de que el regionalismo, con los acuerdos que procediese, gobernarse directamente Cantabria, que hiciese pedagogía de una autonomía de verdad por qué no podía gobernar ni con el Partido Popular ni con el Partido Socialista porque son contranatural de lo que defiende el PRC. Son partidos nacionales franquicia de Madrid y a las órdenes del gobierno central. Pero al parecer la política no se entiende como lo entiende el que habla en este momento, sino que la política tiene otros derroteros. Finalmente Revilla adoptó la decisión de aliarse con el socialismo, porque siempre se ha dicho que como somos una pequeña Comunidad lo que procede siempre es mantener un cordón umbilical con Madrid gobierne quien gobierne, ya sea el Partido Popular o bien el Partido Socialista como ocurre ahora. Y de forma inveterada lo hacemos en la creencia de que se van a obtener recursos desde Madrid, pero todo ello es una falacia, es auto engañarnos en definitiva porque en el estado de las autonomías cada día se depende más de cada autonomía per se, en definitiva, por sí al ser pequeños autogobiernos.  
 
¿Qué ha ocurrido en este año? que solamente hemos recibido palabras, promesas, algunas visitas exprés, en definitiva, nada. Y yo lo que digo que procede y todavía hay tiempo, es que hay que ilusionar al ciudadano. Ilusionar a Cantabria, el regionalismo tiene que dar un vuelco a la situación y todavía se podría intentar con un regionalismo que gobernarse Cantabria contando menos con los de siempre y más con los apoyos puntuales que procediere. Naturalmente no es imprescindible, ni necesario ni es preciso, ni tampoco conveniente, quizás, que sean los del carné los mejores, habrá que buscar que el objetivo sea regionalista autonómico, pero apoyándonos en los mejores

¡Así son las cosas y nos encontramos en la situación de qué no se camina, o no se avanza y estamos parados en si son galgos o podencos! 

 
A nivel nacional tenemos 23 ministros que parecen dos equipos de fútbol con un entrenador y así nos va a nivel nacional e internacional con una falta de credibilidad que impide llegar a ningún acuerdo que redunde en beneficio de los ciudadanos.  Es cierto que este año pasado 2020 hemos tenido la pandemia, que la gestión ha sido horrible y ahora el señor de Sanidad se marcha a liderar el partido socialista catalán y no se ha hecho ni una auditoría de su ministerio. Ni se sabe el despilfarro ni los gastos, ni el Tribunal de Cuentas ha intervenido cuál es su deber, ni nada de nada. No existe fiabilidad en la política ni en los políticos, el ciudadano está cansado de la mentira de sus dirigentes, y de esta manera no llegaremos muy lejos y la quiebra del sistema cada día se ve más rápido.
 
Pero volviendo al principio, Cantabria, necesita un revulsivo, un cambio político fundamental, mover el banquillo e igual procede verificar si las alianzas actuales deben de continuar o deben de cuestionarse a tenor de los escasos rendimientos obtenidos de la alianza.