¡Indecente!

En un debate electoral, Pedro Sánchez llamó “Indecente” a Rajoy, simplemente porque le va el lenguaje barriobajero y callejero, pues no planteó ningún argumento; por lo tanto, aquello fue “indecente” por parte de Pedro Sánchez y como el tiempo pone a las personas en su sitio, bien puede suceder que sin tardar mucho, nos acordemos de Mariano Rajoy, quien se encontró, por ejemplo, con las pensiones “congeladas” y decidió subir las mismas el 0,25 %, que muchos consideraron indecente, pero también nos salvó del “rescate” por la penosa situación económica y social que nos dejó el gobierno de Zapatero, lo que también fue “indecente”…

Pero mira lo que es la vida que, en estos tiempos que corren, el auténtico “indecente” parece ser Pedro Sánchez y su numeroso Gobierno, donde algunos ministros están diciendo cada cosa…

Es indecente porque, teniendo ya desde finales de enero conocimiento de lo que nos venía encima, la pandemia del Covid-19, se guardó el informe de OMS y llevó al matadero a miles de españoles. Y tuvo otros muchos informes en ese mismo sentido.

Es indecente por haber permitido la manifestación feminista del 8M, por motivos estrictamente de imagen, políticos y sectarios.

Es indecente porque ahora se demuestra que la presidenta de la Comunidad de Madrid ya envió al Gobierno el riesgo de esta pandemia el día 7 de marzo e hizo caso omiso.

Es indecente porque nos está engañando un día sí y otro también, con las cifras de afectados y fallecidos y con los demás aspectos de esta crisis sanitaria y económica, donde la opacidad reina en el entorno del Gobierno.

Es indecente porque está gestionando esta crisis sanitaria de forma absurda, perjudicando a millones de ciudadanos, afectados con la enfermedad, por la economía, por el paro y por tantos avatares personales que van a llevar a la ruina a millones de personas.

Es indecente eliminar el portal de transparencia, para ocultar toda la gestión, propio de un estado dictatorial.

Es indecente neutralizar la figura del Rey, Jefe de Estado, tendente a buscar el traslado a la sociedad de su inutilidad, previo a un planteamiento de cambio de régimen.

Es indecente porque alguien de su gobierno ha dado orden (no escrita) para que se multe en Madrid a personas que llevaban la bandera de España en su vehículo particular.

Es indecente porque ningunea, soslaya y pasa del principal partido de la oposición, en una actitud de soberbia indescriptible, al que después le “exige” que apoye el Estado de Alarma.

Es indecente porque intenta chantajear a la oposición, intentando echarles la culpa del Civid-19 si no le apoyan sus medidas absurdas.

Es indecente porque contacta con todos los presidentes autonómicos, una vez que ya ha decidido el día anterior la estrategia a seguir en esas largas peroratas sabatinas al estilo de líder populista y dictatorial y en un “tragala” que es incomprensible se presten los presidentes. ¡Hasta Revilla se ha quejado, y con razón!

Es indecente tratar a las Comunidades Autónomas en función de su color político, como es el caso de la de Madrid, a la cual ha puesto todos los impedimentos y zancadillas posibles.

Es indecente hacer contratos millonarios con empresas fantasmas y desconocidas a precios exorbitados, que deberá analizar en un futuro la Fiscalía (La actual no, pues ha nombrado a una persona que acababa de salir del propio gobierno y ha dejado la independencia en casa).

Es indecente apoyar a la portavoz del PSOE en el Congreso quien se queja de que el portavoz del PP le haga una crítica con adjetivos de todo tipo, pero ella llama “cacatúa” a su secretario general y eso no debe ser insulto.

Es indecente constatar cómo en España se han contagiado 45.000 sanitarios, el 20 % del total de contagios, mientras en Italia es del 10 % o EE. UU. es del 3 %, y todo ello porque no han tenido equipos de protección.

Es indecente que muchos sanitarios han tenido que usar bolsas de basura para protegerse, pero vende –o regala- a Cuba 41.738 equipos de protección contra el coronavirus, así como a otros países, como Argelia, Perú o Gibraltar.

Es indecente adquirir material sanitario, distribuirlo a la Comunidades Autónomas quienes constataron su invalidez y después criticarles por no usarlo.

Es indecente hacer pagos en Suiza por valor de 5,6 millones para material sanitario, teniendo en cuenta que Suiza era la “bicha” de la corrupción.

Es indecente porque se asusta de las cosas que hacen los demás y mantiene a su vicepresidenta en el Congreso envuelta en una manta y eso no debe ser saltarse el confinamiento. Y ello a pesar de que el Gobierno tiene todos los tests del mundo, así como el fútbol de élite, mientras para los demás no deben ser necesarios.

Es indecente porque no quiere hacer test para que no se sepa la verdadera dimensión de la tragedia (Salvo a los futbolistas y los sanitarios que se fastidien).

Es indecente aprovechar el estado de alarma, para ir aprobando normas que nada tienen que ver con el Covid-19 ni con ningún tipo de urgencia (Integración de Muface, nuevos cargos bien retribuidos, incluido el de Pablo Iglesias en el CNI).

Es indecente decir que el Gobierno no tiene un Plan B, lo que demuestra que lo de gobernar les trae sin cuidado, pues cualquier dirigente responsable estaría planteándose todos los escenarios y todas las posibilidades

Es indecente que se nos está engañando con algo tan sencillo como contar los contagiados y muertos, pero el ministro Salvador Illa no quiere dar las cifras por comunidades, porque si las hace públicas, comunidad por comunidad, verá que no coinciden como sucedió hace unos días con Madrid y hubo que corregirle…

Es indecente porque ha hipotecado el Condado de Treviño para contentar al PNV y conseguir su voto, además de otras prebendas, algunas de las cuales no se han hecho públicas. ¿Qué dicen los burgaleses y castellano-leoneses?

Es indecente porque aprovecha el Estado de Alarma para ocultar información, por ejemplo, a quien le compra los test que son supercaros (hay una empresa intermediaria china que cambió su objeto social el día antes de dedicarse al tema de venta de dispositivos médicos).

Es indecente permitir que Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno, presione a Sanidad para que empiece la liga, buen negocio de su amigo Roures.

Es indecente, demagógico y contraproducente aprobar la prohibición de despidos en las empresas durante esta crisis, lo que puede provocar que algunas acaben cerrando y tengan que irse todos sus trabajadores a la calle. ¡Y lo lamentaremos!

Es indecente dejar morir a muchos mayores en nuestras residencias, sin apoyarles, darles medios de protección y atenderles adecuadamente en los centros sanitarios, cuyo mando absoluto tomó el propio Gobierno. ¡Tomó el mando, pero dudo que nos lleve a buen puerto!

Es indecente mantener en secreto el Comité de Expertos que decide los cambios de fases del “desescalamiento”. ¿Por qué tanta opacidad y misterio?

Es indecente cómo han controlado la Comisión de Reconstrucción para que quede totalmente neutralizada e inútil, poniendo a Patxi López como presidente de la misma y basta compararle con su homólogo italiano, Vittorio Colao, para deducir cuáles son las verdaderas intenciones.

Es indecente por haber pactado con independentistas y proetarras una moción de censura basada en un auto judicial que ha sido descalificado por la Justicia.

Es indecente neutralizar políticamente a líderes de su propio partido, con prestigio demostrado, como Felipe González, Enrique Múgica, Francisco Vázquez, José Luís Corcuera, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Joaquín Leguina y tantos otros que no le siguen su política suicida. ¿Qué dirá la Historia del futuro?

Es indecente porque se muestra muy duro con los humildes y muy generoso con los poderosos.

NB.- Indecente: no decente, indecoroso (Según la RAE)