Las consecuencias del fraude de 680 millones en Andalucía, ninguna. 

En tercer lugar, se trata de una sentencia que debería haberse dictado hace 10 años y, que ahora, pierde todo el valor social, salvo el ejemplarizante, de que al final “el chorizo” lo paga aún cuando sea de forma suave y benévola.

En cuarto lugar, se comprueba una vez más que la justicia en España es lenta, muy lenta... y que cuando se dicta prácticamente ya no interesa porque ha perdido la vigencia y los efectos que tendría que haber producido. Y quinto, al daño del fraude de la sustracción del dinero público se tienen que añadir los daños producidos desde que se conoció el presunto delito,  los años de instrucción, los peritos, los abogados, los jueces, personal de los juzgados, los plazos judiciales, las  costas judiciales etc.

De todo ello y como resumen final una vez más comprobamos que la justicia en España sigue siendo la materia pendiente, necesaria para que un país funcione.

En este país, el sistema judicial necesita modificaciones profundas y sustanciales para que el trabajo  de los jueces sea efectivo y no produzca daños al justiciable. No se harán, no interesa a la casta política de la derecha y de la izquierda, el sistema.. Estamos en una democracia imperfecta y cautiva. Otra cosa es si se investiga la hemeroteca y lo que dijeron la ministra Magdalena, los Sánchez, Griñanes, Chaves etc. veríamos la impunidad con la que se disfrazaban y como ponían la mano en el fuego por estos corruptos y, ahora condenados, y el nulo arrepentimiento de una gestión nefasta que ha hecho perder 680 millones por un descontrol y mal hacer. La honorabilidad con la que se les llena la boca así como  la defensa acérrima de los "compis” nos preocupa.

Ante esta sentencia deberían pedir perdón los condenados y todos aquellos que pusieron la mano en el fuego, no lo harán.