El jurado declara culpable por unanimidad al autor confeso del asesinato a su compañero de piso en Santander
Fiscal y acusación mantienen la petición de 15 años de cárcel, que ya aceptó el procesado tras reconocer los hechos
SANTANDER, 27 (EUROPA PRESS)
El jurado popular ha declarado culpable por unanimidad al acusado de matar a un hombre con el que compartía piso en la zona de General Dávila de Santander en noviembre de 2021, que reconoció los hechos durante su declaración en la primera sesión del juicio la semana pasada.
Además, su defensa llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y la acusación particular, por lo que aceptó los 15 años de cárcel que le piden ambas partes.
Tanto la fiscal como el letrado de la familia han mantenido su petición de condena tras conocer el veredicto del jurado, que entienden que se ajusta a un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, aplicando las atenuantes de confesión y de intoxicación por consumo de alcohol y estupefacientes.
Además de la pena de prisión, ambas partes solicitan una indemnización de 52.000 euros para el hijo del fallecido, de 21.000 euros para la hija y de 15.000 euros para la hermana, además de abonar al Servicio Cántabro de Salud (SCS) los costes de la asistencia prestada el día del crimen.
El juicio comenzó el miércoles pasado con la constitución del jurado popular y la testifical del procesado, que lleva en prisión provisional desde el 18 de noviembre de 2021.
El hombre reconoció los hechos tal y como figuraban en el escrito de la Fiscalía, ratificando que mató al hombre con el que compartía una vivienda de alquiler social en la calle José Rioja de Santander después de tener una fuerte pelea en la que le golpeó por todo el cuerpo. De hecho, se entregó después del crimen en la comisaría de la Avenida del Deporte.
El acusado vivía desde el verano en el domicilio de la víctima tras entablar una relación de confianza con él, ya que primero residía en otro piso del mismo edificio. Ambos consumían habitualmente alcohol y drogas. De hecho, la víctima tenía un grado de discapacidad reconocido del 61% por su dependencia a las sustancias psicoativas y un episodio de depresión mayor, y cuando fue asesinado portaba un cabestrillo precisamente por lesiones que le había provocado su compañero de piso en una disputa anterior.
Estaba previsto que el juicio se prolongara hasta mañana pero, tras la conformidad entre las partes, la fiscal y el letrado de la familia de la víctima renunciaron a la declaración de varios testigos que estaban citados, por lo que el jurado ha podido emitir su veredicto este miércoles.
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