Noticias de Cantabria
17-12-2012 17:36

Wert se retrata.

No ha hecho falta un interrogatorio para que confesará José Ignacio Wert. La reforma educativa no solo contiene un recorte de más de seis mil millones con respecto al presupuesto de 2010. Tiene una motivación política e ideológica, según ha confesado el ministro en una entrevista.

 Dice literalmente que la religión en las aulas es una opción política y que la reforma tiene fundamentaciones ideológicas. Convengamos  que a los niños no hay que meterles ni las opciones políticas ni la religión en la inducción de las aulas. Quienes criticaron que el libro Rojo de Mao fuera el catecismo de los niños chinos, asienten satisfechos a la enseñanza del catolicismo en las aulas y a que los fundamentos de la ideología conservadora sea el sustrato de su formación escolar.

   La educación debiera ser sobre todo una preparación para la vida y una inmersión en los valores constitucionales. Los fundamentos de la democracia, de la convivencia y de los valores laicos de la tolerancia y el respeto, junto a las bases del conocimiento son los únicos principios ideológicos que se pueden implementar a quienes se introducen en la formación de la vida.

   El resto son credos particulares que tienen que ventilar los niños con sus padres, en un camino de iniciación que les permita manejar libremente su pensamiento y elegir las opciones con las que quieren formar su  calidad de ciudadanos.

   Es muy ruin aprovechar la crisis para además de recortar los servicios esenciales introducir una agenda conservadora con la intención de configurar una sociedad a la medida del pensamiento de una clase elitista y dirigente.

   Pero que nadie se equivoque. Ni José Ignacio Wert ni Alberto Ruíz Gallardón son caballos de Troya del nacional liberalismo en el Gobierno de Rajoy. Son vicarios de un mandato conservador de quienes siendo responsables de la crisis modulan una sociedad en donde la desigualdad, los principios conservadores, la religión y el elitismo han tomado carta de naturaleza ante la indignación, hasta ahora impotente, de los ciudadanos.

   Siete leyes de Educación son muchas como para pensar que con la imposición de otro modelo se soluciona el problema de la calidad de la enseñanza.

   Si finalmente se aprueba la reforma de Wert, en los términos que está planteada, empezará a contar el reloj para el día que otro gobierno progresista le de al péndulo. Así no se puede seguir.

 

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Comentarios(3):

Uno - 08-01-2013

Este periodista desprestigia su profesión. No informa de nada ... emite juicios de todo ... y muchos equivocados. No es bueno tener anteojeras para mirar solo en una dirección, pues acaba ocuriéndote lo que a los caballos o los burros, solo ven lo que otros quieren que vean, sin ser siquiera capaces de analizar lo que ocurre, pues ya hay otros que `piensan` por ellos.

otro - 08-01-2013

Carlos Carnicero es uno de los mejores y menos valorados periodistas del país. Sus artículos son siempre certeros y bien fundamentados. Parte de determinados presupuestos que como es natural, no comparte todo el mundo. Pero eso ocurre con todo aquél que muestra sus opiniones públicamente. Alguien debería pensar en mejorar la calidad de la enseñanza con independencia de ideologías de uno u otro signo. Pero de momento, parece una utopía lejos de hacerse realidad.

Cenicero - 01-01-2013

"Pero que nadie se equivoque. Ni José Ignacio Wert ni Alberto Ruíz Gallardón son caballos de Troya del nacional liberalismo en el Gobierno de Rajoy". El periodista podría haber escrito `anarcocomunismo`, `falanjoliberalismo` o `aceiteagüismo` logrando el mismo objetivo de demostrar su ignorancia. Estos `periodistas` ¿se repasan alguna vez el texto que escriben o que les pasan para que firmen?. Y respecto al sujeto objeto del artículo, está aplicando su reconocida inutilidad en la aplicación de `Bolonia`, tema que ni aparece en la prensa española y que afecta de manera desfavorable a decenas de miles de licenciados. Menos mal que el gobierno de Rajoy era un gobierno de `listos` porque si llega a ser de `tontos`...