Unos corren y otros vuelan
En principio todo se niega. Es una prueba de que no están al tanto ni de su propia organización.
Cada día se hace más difícil soportar el ingente número de abusos por parte de políticos, sindicalistas y empresarios. Da lo mismo mirar hacia la izquierda que hacia la derecha. Un día los telediarios hablan de corrupción en los aledaños de la Corona, otro día en los sindicatos clasistas y al siguiente en los partidos políticos mayoritarios. Sirvan como ejemplos el del ‘yernísimo’, préstamos de UGT a dirigentes del propio sindicato tras desviar dinero de las subvenciones o el mismo caso Bárcenas. Está claro que unos corren y otros vuelan, pero todos se llevan dinero o beneficio para sí o para familiares o cercanos.
No ha sorprendido que el secretario general de la Federación de Industrias Textil, Piel, Químicas y Afines de CCOO (Fiteqa-CCOO), haya reconocido que los ingresos referidos a la sección sindical de Fiteqa en Fertiberia –mencionados por el presidente del Grupo Villar Mir en las declaraciones ante la Audiencia Nacional—están reseñados en la contabilidad de la Federación. Sin embargo, lo que sí ha sorprendido es la negativa de los dos líderes del sindicato vertical unificado. Aquí todo se niega, en principio; es una prueba de que no están al tanto ni de su propia organización. Al parecer esos sindicatos nunca reciben nada, pero siempre se acaba cogiendo antes al mentiroso que al cojo. Y lo de mentir en los sindicatos clasistas es ya algo habitual.
Villar Mir dejó al sindicato vertical unificado con las posaderas al aire. Según las cabezas visibles del sindicalismo vertical unificado ellos nunca habían recibido ayudas ni subvenciones, pero resulta que – declarando en la Audiencia Nacional sobre los papeles de Bárcenas – el grupo empresarial de Villar Mir sí ha dado ayudas económicas, sobre todo al sindicato comunista que lidera Fernández Toxo. A éste también le han pillado con el pie cambiado, mintiendo y fuera de juego. Además, esa ayuda se extiende a varios años y no a un momento puntual.
A nadie debe resultar extraño que políticos, partidos y sindicatos clasistas sean los más denostados en las encuestas. La ciudadanía está viendo cómo se congelan o bajan los sueldos, se sube el IRPF, suben el IVA y decenas de impuestos, se dan millonarias subvenciones al sindicato vertical unificado, la mala gestión de muchas Cajas de Ahorros arruinan y condenan a la pobreza a millones de ahorradores, el FROB impone “quitas” atroces y ‘atenta’ contra los ahorros de miles de ciudadanos, incluso se ponen en peligro miles de empresas.
Mientras eso sucede, una ‘casta’ privilegiada vive a sus anchas como si nada sucediera y, por si no era suficiente, volvemos al contenido del primer párrafo: aparecen casos de corrupción todos los días. Sin duda, el hartazgo empieza a ser monumental. Si a ello añadimos que los propios políticos no reconocen la inutilidad de decenas instituciones, ni la duplicidad de órganos y funciones, pues entonces tenemos muy crudo salir de la crisis actual.
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