Un paso atrás.

 Ellos lo toman como positivo: después de la bajada tomar aire. Veremos si es así. Lo cierto es que el IBEX perdió en la semana un 3,8 por ciento y no sé si por tomar impulso o por los malos informes que ha publicado el FMI sobre la evolución de la economía española y la peor perspectiva que tiene el Banco de España sobre el PIB en 2013 y el déficit público este año. La realidad es que los mercados con escaso volumen no han tenido fuelle y se han venido abajo.

   La buena noticia nos la daba este fin de semana el ministro de Economía que asiste la reunión anual del FMI y del Banco Mundial en Japón. Dice De Guindos que la percepción sobre España ha mejorado mucho y es verdad que España está haciendo unos esfuerzos increíbles. Algunos economistas, como Alberto Recarte aseguran que son esfuerzos que ningún país ha hecho nunca en tan poco tiempo. Hay, pues, razones para la esperanza además de algunos datos como el equilibrio de la balanza de pagos, al que no solemos hacer mucho caso, pero que están ahí, o como la caída del gasto del Estado en empleo, aunque no es pensiones públicas.

   Ahora parece que España está en pedir más tiempo para cumplir. Veremos cómo se van desarrollando los acontecimientos y si es una buena idea o termina de rematarnos y de acelerar la petición de ayuda, lo que para algunos ya empieza a ser más que necesario y casi beneficioso. El asunto de las pensiones y su revalorización por ley que debe producirse ahora en noviembre trae de cabeza a todo el mundo. No hay dinero y se buscan subterfugios por no haber dicho la verdad desde el minuto uno. La semana se presenta, como casi todas últimamente, interesante. Es la última antes de las elecciones gallegas y vascas y además continúa el desafío de los nacionalistas catalanes que lejos de relajarse va a más.