Rajoy en la lejanía.

...y la nueva semana "rajonyana" podría ser: miércoles, jueves, escalofrío, sábado etc. Y es que en cada Consejo de Ministros nos da en toda la boca. Pero el problema no son las medidas; la mayoría absoluta que votó al PP sabía que las reformas iban a ser duras, que venían tiempos muy difíciles y desconfiaban del buenismo del PSOE que era un sinvivir de fantasías. ¿Qué falla entonces? ¿Por qué el enorme chasco -se mire por donde se mire- del PP en Andalucía además de por un candidato amortizado? Pues tal vez por lo que dice Pilar Cernuda, por falta de cariño que traducido a un lenguaje menos metafórico sería por la absoluta nulidad del Rajoy para explicarnos a todos de qué va la cosa y por qué hacen todo lo contrario de lo que anunciaron. Saco dos titulares de ayer mismo (hoy lunes, para los digitales) en los periódicos: "Mariano Rajoy, explica ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP sus reformas". Y en la misma página o en otra: "Mariano Rajoy recibe hoy al enviado de Angela Merkel, que quiere conocer de primera mano el contenido de los Presupuestos". Pues vale. Rajoy en la lejanía; a ver si hay suerte y Angela Merkel se dirige dentro de unos días a todos los españoles para explicarnos lo que piensa nuestro presidente.

   No sólo no es serio sino que este ensimismamiento de Rajoy resulta gravemente peligroso para el futuro del PP. Por vía indirecta nos llegan noticias de que se trata de medidas extraordinarias ante situaciones extraordinarias. Y debe ser verdad porque España, ay, está medio intervenida de hecho aunque no haya declaración oficial. Pero si tan grave es la situación y tan terribles las decisiones que hay que tomar que incluso contradicen el programa electoral del PP, lo lógico es que el presidente del Gobierno -y no sus ministros- compareciera y explicara a todos los españoles a los que nos pide sacrificios por qué lo hace, qué nos espera más y hasta cuándo puede durar todo este calvario. Pero no. Rajoy se lo explica a los suyos, Rajoy se lo explica al enviado de Merkel pero no aparece ante quienes le han dado el voto y ante quienes se lo han negado. Rajoy guarda, como siempre, silencio. Y si se decreta una amnistía fiscal de la que se echaron pestes hace dos años cuando el gobierno de ZP lo planteó sin llegar a ponerla en práctica, y se dijo entonces que era "otra ocurrencia", lo menos que se puede hacer ahora es explicar por qué entonces era una ocurrencia, injusta y ahora es necesaria. Que todo se despache con la explicación de Carlos Floriano diciendo que a diferencia de la propuesta por el PSOE en 2010, ésta "no es un negociete", francamente, parece poco serio.

   Imagino que ya lo sabe, pero alguien le debería recordar a Rajoy cada mañana que además de ser el presidente del PP, es el presidente del Gobierno de España, de todos los españoles. Olvidar eso o no tenerlo en cuenta, gobernar sin explicar, es tanto como perder el pulso de la calle y si ese pulso se pierde, no se gana ya nada.