Políticos que son un problema
¿Cree Krugman que los ahorradores españoles están preparados para trasladar sus ahorros a Alemania? ¿Pero de qué árbol se ha caído este hombre? ¿Nadie le va a decir que se calle de una vez? No me extraña que tengamos lo que tenemos, escuchemos lo que escuchamos de políticos y economistas o nos dediquemos a dar pan a quien no tiene dientes.
Tenemos un problema serio con nuestros políticos. Da lo mismo el color que defiendan, pues son ellos quienes nos han metido en este lío económico; con ello han demostrado una inusual inutilidad. Precisamente por eso digo que tenemos un problema serio: nuestros políticos.
En este momento no veo a Grecia en otro sitio que no sea fuera de la zona euro en un par de meses, no más allá. No solo la han hundido los políticos nacionales sino que la han maltratado. Y si ese maltrato no ha llegado a más ha sido porque la UE se ha volcado económicamente. No es negativo que Grecia salga de la eurozona; puede ser hasta muy positivo para España porque de lo contrario nos puede arrastrar. Eso sí, no es conveniente escuchar las barbaridades del economista, Paul Krugman, Nobel de Economía en 2008. Él habla de la teoría pero lo de Grecia es peor aún y su arrastre ni se lo imagina Krugman.
No es cierta la presunta retirada de fondos de los bancos españoles e italianos. Krugman sueña despierto porque las retiradas de fondos de los bancos españoles llevan haciéndose desde febrero, justo cuando la ciudadanía comprobó que no se podía seguir confiando en el Gobierno de Mariano Rajoy.
Lo raro es que Luisito de Guindos no haya salido a los medios para calmar al Nobel norteamericano. Sinceramente, para mí, Krugman tiene muy poca credibilidad en este momento. ¡Ya está bien de gamberradas foráneas! Piensa Krugman que con las juergas socialistas hemos aprendido a pagar los desmadres de los demás y no es así.
Alemania tiene la última palabra. Las afirmaciones del Nobel en ‘The New York Times’ solo pueden ser en función de si Alemania acepta seguir corriendo con el gasto de la ‘juerga’ o se harta de tanto despilfarro y mayúsculo descontrol. Esa “secuencia que podría acabar con la moneda común europea” es una previsión que no va más allá de lo teórico. Barbaridades de ese calibre ya no se dicen ni en la Consejería de Hacienda de Castilla y León. ¡Y ya es decir!
¿Cree Krugman que los ahorradores españoles están preparados para trasladar sus ahorros a Alemania? ¿Pero de qué árbol se ha caído este hombre? ¿Nadie le va a decir que se calle de una vez? No me extraña que tengamos lo que tenemos, escuchemos lo que escuchamos de políticos y economistas o nos dediquemos a dar pan a quien no tiene dientes.
¿Piensa Krugman que no hay controles actualmente para declarar ese tipo de valores y de ahorros o para controlar el efectivo? Menos mal que ya no vive el Conde de Romanones porque, de lo contrario, el Nobel economista hubiera sido destinatario de aquel: “¡Joder, qué tropa!”. Incluso en nuestros días podría encontrarse con algún: “¡Que te calles!”.
Es cierto que los Gobiernos socialistas del último “septenio negro” han dejado a España con las posaderas al aire, pero aún hay tiempo para reaccionar en positivo. Recuerden cómo nos dejó Felipe González en 1996, momento en que entraba en barrena la Seguridad Social, empezaban a endeudarse fuerte las Comunidades autónomas y no cumplíamos ningún criterio de convergencia para entrar en la eurozona. Pero… ahí estuvo el milagro y aquí llegamos. Lo cierto es que casi todo lo logrado lo ha dilapidado el desgobierno del ‘vendeburras’ leonés, Rodríguez Zapatero. Es cuestión de retomar las riendas, premiar la iniciativa, incentivar la investigación y centrarse en la formación de los jóvenes y menos jóvenes. De momento no hay necesidad de llevarse las manos a la cabeza.
Jesús Salamanca Alonso
Sé el primero en comentar