Noticias de Cantabria
16-04-2012 11:45

Peor, imposible

Si el curso pasado fue el "año horrible" para la Corona este lleva camino de ser el "peor imposible"... Las redes sociales se llenaron de comentarios despectivos e inusualmente críticos con la afición cinegética del Monarca, y ante un viaje privado que se supone de alto coste económico en un momento crucial para las finanzas españolas.

   El pasado catorce de abril, aniversario de la proclamación de la República, diarios, radios y televisiones abrían su información con el accidente del Rey en Botsuana. Según la nota oficial se cayó accidentalmente mientras participaba en una cacería de elefantes.

 

   Si el curso pasado fue el "año horrible" para la Corona este lleva camino de ser el "peor imposible". Las redes sociales se llenaron de comentarios despectivos e inusualmente críticos con la afición cinegética del Monarca, y ante un viaje privado que se supone de alto coste económico en un momento crucial para las finanzas españolas.

 

   Muchos jóvenes internautas hacían alusión a las palabras de D. Juan Carlos cuando dijo que las cifras de desempleo de este sector de la sociedad le quitaban el sueño. Algunos de estos parados escribieron en la red que no debía ser tanto el desvelo cuando podía seguir cazando.

 

   La versión piadosa, difundida por algunos medios, de que el abuelo no había acudido a visitar a su nieto Froilán, víctima de un auto disparo en un pie en otro accidente de caza, porque estaba muy enfadado por que el niño jugara con armas de fuego, se desvaneció por ensalmo.

 

   No había acudido al hospital a ver a su nieto porque él estaba cazando en la otra punta del mundo, mientras la bolsa se desplomaba y la prima de riesgo marcaba cifras que hacían temer una intervención por parte de la UE. Con cuarenta días de recuperación, el Jefe del Estado va a tener tiempo de reflexionar sobre la vorágine de acontecimientos políticamente poco correctos (por decirlo suavemente) en la que están metidos todos los miembros de su familia.

 

   El problema mayor es, sin duda, el suscitado por el presunto ánimo de lucro de su yerno Iñaki Urdangarin quien, según el juez, utilizó una ONG para ganar unos cuantos millones de euros. Cada día el fiscal anticorrupción descubre una  nueva cuenta en un paraíso fiscal donde el marido de la infanta Cristina escondía dinero al fisco. La pareja que, de momento, vive  "exiliada" en Washington, no podrá venir a España para visitar a los heridos que permanecen ingresados, cada uno, en un hospital de Madrid.

 

   Tampoco el exyerno, Marichalar, se libra de la controversia. El juez y la Guardia Civil quieren saber porque autorizó a un menor de trece años, su hijo Froilán, a que jugara con una escopeta, cuando los menores tiene prohibido tal actividad.

 

   Los únicos que se mantienen al margen de esta serie de "errores" que están dañando seriamente la imagen de la institución son los Príncipes  Felipe y Leticia. Ellos siguen con su actividad profesional de manera  seria y solvente. Pero deben ser muy conscientes del daño que se está infringiendo a su futuro. Los ciudadanos de este país están para pocas bromas.

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