Noticias de Cantabria
Opinión 17-10-2025 18:18

Pavonearse por la corrupción los envilece. Por Jesús Salamanca Alonso

«Para mi generación, Pedro Sánchez es la corrupción personificada porque ha comprado, pagado, compensado, tergiversado, condonado y traficado con la propia democracia y su esencia»

 

Con las modalidades de corrupción que estamos conociendo en los últimos tiempos, va a haber que exigir reunión de urgencia a la RAE para introducir acepciones en las ediciones sucesivas del DRAE. Debo confesar que, hasta que hemos conocido lo sucedido con la mafia criminal que ostenta el poder, la mayoría lo ceñíamos a unos pocos casos, pero de eso nada. La corrupción que ha alumbrado el mastodóntico gobierno de la izquierda ensoberbecida, que da pie a esa mafia criminal, es mucho más amplia de lo que muchos se imaginaban.

 

Viendo cómo en las calles se comporta ese sector de la sociedad, con claro colmillo retorcido, no dudo de que ha sido afectado o provocado por una soberbia inusual, un orgullo vacío y una altivez circense. Eso se entendería con el logro de un éxito reconocido, pero no es el caso. Ni siquiera padece un sentimiento de superioridad fundado. La superioridad moral de la izquierda es una patraña lastrada, falseada y embrutecida. Pongan como ejemplo cuanto conocen de la timoflotilla.

 

El ensoberbecimiento de la actual izquierda no tiene otro origen que el nerviosismo a perder la mamandurria que creían propia y permanente. Los sinónimos de tal ensoberbecimiento los vemos a diario en la actitud de varios ministros, en sus opiniones, en el odio que manifiestan hacia los periodistas incómodos y en el enrojecimiento facial surgido tras ser acusados de culpabilidades de las que se saben destinatarios. Eso sí, chulerías al margen como las del pucelano, Óscar Puente, y las del madrileño a la deriva, Óscar López, que proceden de un mecanismo de compensación con anclaje en infantiles complejos de inferioridad.

 

Hagan un repaso de hechos, palabras y endiosamientos como los del tuitero caprichoso, Óscar Puente; la vocinglera Montero, que aún pulula por la Hacienda Pública; los López, Patxi y Óscar; Pilar ?Juergas? en Paradores; el ministro Torres del informe de la UCO; el propio Sánchez; el presidiario Cerdán; Ana Redondo y sus pulseras, Yoli Díaz y su sarta de tonterías sin ingenio?y un largo etcétera. Díganme si no han visto en ellos, y en otros muchos políticos y asesores que no he citado, esos sinónimos a los que antes aludía. Repásenlos y comprobarán si en ellos existe lo de pavonearse, endiosarse, inflarse, ufanarse, presumir, enfurecer, engallarse o envararse, por citar algunos.

 

El abuso de poder o una posición privilegiada para beneficio propio o de terceras personas también es corrupción, sobre todo si se ha logrado por medios nada éticos, incluso ilegales. No hay más que recordar las formas de soborno que vamos viendo en los informes de la UCO, la malversación de fondo, la extorsión, incluido el enriquecimiento alejado de los cauces legales. ¿Les suenan a ustedes esas actitudes propias de una tal Begoña Gómez, Ábalos, Koldo, David Asagra, Cerdán y Elisa la fontanera? Comprobarán que cuanto digo está presente en el día a día de los medios de comunicación. Soto del Real será su próxima peregrinación.

 

Por si alguien lo duda, es corrupción amnistiar a delincuentes, liberar a etarras o condonar deudas alterando lo dictado por las urnas. Y es corrupción adaptar las instituciones del Estado al delirio, colocando a un acólito en cada una de ellas con falsa apariencia de legalidad. También es corrupción el atraco llevado a cabo por una banda de malhechores y blanqueada artificialmente por quien debería ser fiel a la ley y al juramento realizado. Hay casos que no se le olvidarán a mi generación: caso del 3%, Koldo, Delorme, Ábalos, Alquería, Bárcenas, Antonio Rodríguez, Astana, AVE, Baltar, Banca Catalana, Bankia, Begoña Gómez, David Sánchez, Berzosa, Brugal, Caja Castilla La Mancha, Camisetas, Campeón, Clotilde, ? Todos esos y muchos más, los recitamos de carrerilla como lo hacemos con el Padrenuestro, la lista de reyes godos, los doce césares o los hijos de Abraham. Cosas del sistema educativo memorístico de otra época, pero no desdeñable.

 

Cada vez vemos menos presunción en el presidente felón y mentiroso, además de falsificador. Para mi generación, Sánchez es la corrupción personificada porque ha pagado, compensado, tergiversado, condonado y traficado con la propia democracia y su esencia. Es como si hubiera arrancado artículos

de la Constitución y de los diferentes Códigos de Justicia para comprar, contentar y permanecer en Moncloa. Ha perdido la dignidad al dejarse arrodillar y secuestrar por golpistas y extorsionadores varios.

 

Confieso que para mí ya ha dejado de ser presunto. Desde 2018 lo tengo muy claro. Recuerden los famosos y archiconocidos «no pactaré con EH Bildu», «no podría dormir si pactara con Podemos», «la amnistía no cabe en la Constitución», «traeré a Puigdemont para que lo juzgue la Justicia» ? ¿Piensan que con perlas como esas aún le voy a denominar «presunto»? Tiene mucho que decir de su relación con la dictadura asesina bolivariana de la que mucho creen saber Iglesias, Monedero y Zapatero. No tardarán en hablar del cártel de los Soles. Al tiempo. ¿No es corrupción «comprarse» la presidencia con intercambio de prebendas de dudosa especie y a costa del engaño a los españoles?

 

Este siniestro personaje, Pedro Sánchez, alquiló la Presidencia a cambio de una amnistía. Eso es otra forma de corrupción. No dudo de que es la «X» de la mafia del Peugeot y de las mordidas, comisiones y favores variados. Lo sabía todo, así como todo de todos, como dicen en Ferraz y afiliados de base. Hasta Óscar López lo decía cuando era su enemigo acérrimo y buscaba información contra Sánchez en los prostíbulos de Sabiniano.

 

En la vida de Sánchez «reina la oscuridad». Se ha convertido en un enfermo del chantaje. Eso de convertir la política en negocios negros y marginales a la ley, sin ética y menos estética o dignidad, nunca salió bien.

 

Por cierto, ministro Torres, ¿has preparado las alforjas de salida y solicitado el finiquito? Ya no hay marcha atrás y cuanto de ti plasma la UCO en su informe es para echarse a correr sin parar y arrojarse por dignidad al volcán de La Palma.

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