Noticias de Cantabria
31-10-2011 12:45

No hay camisetas para los parados

Ha sido como el día después de la lotería de navidad pero en amargo: una cifra larga en la primera de casi todos los periódicos, para ser exactos, 4.978.300.

   Y no, claro, no era ningún sorteo sino el número de parados en este país que no explota según la última Encuesta de Población Activa. Y uno recuerda cuando las cosas empezaron a ir de mal en peor y el Gobierno y sus portavoces voluntarios lo negaban llamándote de todo, cuando aun se negaba la posibilidad de llegar a los cuatro millones de parados, me atreví a decir públicamente que muy posiblemente se llegara a los cinco millones si no se tomaban muy en serio las dificultades de la pequeña y mediana empresa y la quiebra real de las administraciones más cercanas. Naturalmente no era un brindis agorero a un solo que dejaba de calentar sino el resultado de no pocas lecturas y de escuchar a no pocos expertos. Pues lamentablemente hemos llegado ya a la cifra imposible solo fruto de mi antipatriotismo, esa que sería, según los sociólogos "incompatible con la paz social".


   Cinco millones de parados y nada que nos indique que la cifra tienda a reducirse. ¿Y la paz social? La paz social bien, gracias, por ahora tan solo preocupada por una educación de calidad y no por esa otra cifra aterradora que eleva a 1.425.200, el número de hogares en los que todos sus miembros están en paro, 57.700 más que en el trimestre anterior. Pero los sindicatos, que han tenido la mirada perdida durante los últimos años, hoy -aun- solo tienen ojos para preocuparse por la presunta calidad de la educación en la comunidad de Madrid; ahí la montan con sus camisetas verdes y los pitos y las pancartas. Es un ensayo general con todo porque los mosqueados con esta tranquilidad sindical mientras los parados aumentaban por horas, estamos en el buen camino: pronto los sindicatos despertarán de su sueño; es que aun no se han dado cuenta de la gravedad de las cosas, pero ya verán la virulencia con la que van a enfrentarse a las medidas anticrisis a partir del 20-N, justo, mire usted que casualidad, cuando empiece a gobernar el PP. Mientras tanto, tranquilidad en la campaña sobre los cinco millones de parados y mucho ruido por la calidad de la enseñanza, por esas dos horas lectivas más que se les pone en Madrid a los maestros, que eso sí que es importante y no que un millón y medio de hogares en España tenga a todo dios parado y vivan no se sabe de qué; para ellos no hay camisetas verdes, ni pancartas, ni pitos; solo el silencio ominoso y cómplice de quienes tendrían que defenderles. Que vergüenza recordar la independencia de Nicolás Redondo y hasta el coherente discurso de Fidalgo.

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