¿Miente Cáritas?.
Debe ser muy duro para el ministro Montoro tener que desmentir a Cáritas, la organización humanitaria más grande del mundo, perteneciente a la Iglesia Católica y dedicada fundamentalmente a luchar contra la pobreza, la exclusión social, la intolerancia y la discriminación.
Debe ser muy duro para el ministro Montoro tener que desmentir a Cáritas, la organización humanitaria más grande del mundo, perteneciente a la Iglesia Católica y dedicada fundamentalmente a luchar contra la pobreza, la exclusión social, la intolerancia y la discriminación. Y es que, para el ministro de Hacienda, los datos del informe de Cáritas Europa no se ajustan a la realidad de una país como España que, gracias a la milagrosa gestión de su gobierno, está superando la crisis.
Quien lo iba a decir; un ministro de derechas indignadísimo con una ONG cuya ideología poco tiene que ver con la de la "destructiva" oposición política, pero que ha osado contarnos una realidad muy diferente a la de las albricias con que se están celebrando unas cifras macroeconómicas absolutamente ajenas al sentir de la calle; ese millón y medio de hogares que padecen una situación de exclusión social severa, de ese 26,7% de parados, o de esos hogares con niños -cuatro de cada diez- que, según otro informe de Unicef no pueden afrontar gastos imprevistos.
Así están las cosas. Pero Montoro resta validez a los informes, niega los datos que sitúan a España solo por detrás de Rumania en cuanto a pobreza infantil, afirma que "no se corresponden con la realidad", que se basan en "mediciones estadísticas", que "se mezclan conceptos", e insta a Cáritas a que "no provocar debates en este sentido".
Es comprensible el enfado del Ministro de Hacienda, el de todo el Gobierno, el del partido que lo sustenta y el de los corifeos que aplauden con entusiasmo esa recuperación de nuestra economía, cierta sin duda desde la perspectiva de los mercados, y de banqueros que, como Botín alaban la política de Rajoy. Es evidente que a su banco las cosas le están yendo muy bien, con una previsión de 3.000 millones de euros de beneficio para 2016. Pero, para no hacer demasiada sangre entre la gente desesperada, el presidente del Santander añade la coletilla de que "queda camino por recorrer".
Ese es el mantra que resuena en los mentideros conservadores y que va a acompañarnos hasta las próximas elecciones: "se ha hecho lo más importante, ahora solo queda rematar la faena creando puestos de trabajo netos, y eso está a la vuelta de la esquina".
¿Quién miente, Cáritas en su informe o Montoro con sus descalificaciones y su euforia desmedida?
Botín, probablemente daría la razón al ministro, pero Botín no habla desde el paro, ni desde el frío, ni desde el hambre.
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