Noticias de Cantabria
24-09-2012 09:33

Mariano se baja los calzones

Ya se empezaba a ver que ETA se rompía tras su acorralamiento, cuando el ‘vendeburras’ de León dio alas a la banda y se dedicó a amamantar a la serpiente.

En esta España nuestra, tan rara y desprestigiada, ya no sabe uno en quién creer ni qué creer. No hay más que echar una ojeada al Gobierno de Rajoy: ha vuelto a tragar sapos y besar tierra podrida. Quienes decían defender a las víctimas del terrorismo, se han bajado los pantalones cual Zapatero atolondrado. Al PP se le ha caído el sombrajo y merece que la ciudadanía le ‘incendie’ la calle, porque Mariano se ha bajado los pantalones y él solito se ha puesto mirando a Cuenca. ¡Ya nadie se fía de Mariano! Ni siquiera podemos ni debemos fiarnos de la Justicia. ¿Quién dijo aquello de que “la Justicia era un cachondeo”?  Pues no ha perdido actualidad.

A muchos nos duele y nos sorprende que, incluso, Grande-Marlaska haya mirado al tendido, sin más. Nunca olvidaremos su compromiso, durante su toma de posesión, de estar al lado de quienes sufren; es decir, de las víctimas. Y que nadie me venga con gaitas marineras diciendo que también sufren los etarras y que son víctimas del Estado español, porque me reiré de la patochada.

Esto no puede quedar así: los secuaces de ETA y todos los ‘bolinagas’ del mundo abertzale se han desternillado de la Justicia y del Gobierno de Rajoy. Dicen haber echado un pulso al Estado enemigo (España) y están convencidos que lo han ganado; muchos también hemos acabado por pensar así. Pero solo han ganado al Gobierno, pues a la ciudadanía no la van a ganar nunca.

No sé si alguien recuerda la valentía de Ortega Lara cuando dijo a su carcelero que “si querían podían matarle porque ese Gobierno no iba a ceder”. Se refería al Gobierno de Aznar; sin duda el presidente que ha mantenido firme su intención de acabar con la banda asesina. Incluso llegó a poner contra las cuerdas a ETA, tras la intervención de sus cuentas bancarias y su política de ‘tierra quemada’.  Ya se empezaba a ver que ETA se rompía tras su acorralamiento, cuando el ‘vendeburras’ de León dio alas a la banda y se dedicó a amamantar a la serpiente nada más llegar al Gobierno: me refiero a Zapatero, por si alguien no entiende el apelativo de ‘vendeburras’.

Tras la libertad de Bolinaga, el Gobierno de Mariano se merece un ‘tute en los morros’, una calle ‘incendiada’, un castigo de votos y el desprecio más original que cada ciudadano de bien sea capaz de brindarle. Estamos ante una decisión política y una fuerte dosis de cobardía. Una dosis equivalente a la indignación que siente la ciudadanía hacia los autores de semejante barbaridad. Es una mentira más de Mariano Rajoy.

Con esta medida se coloca en el mismo escenario ruin de Zapatero con respecto a De Juana Chaos. Las víctimas desconfían de la Justicia y del Gobierno, como lo hacemos quienes llevamos años luchando contra la lacra del terrorismo, incluso en terreno enemigo. Empiezo a dudar de la separación de poderes. Siento que volvemos a la época de Alfonso Guerra y su “¡Montesquieu ha muerto!”.

No quiero pensar que Rajoy esté dispuesto a seguir los pasos del ‘vendeburras’ de León. Y si así fuera, no vamos a parar hasta desenmascararle, a Mariano y a todos los secuaces que están detrás de él haciendo daño y jugando a perdonar al asesino.
No me extrañan la indignación y las palabras  de Alcaraz en televisión: "sentí que me estaba hablando Zapatero y cuando hablaba de De Juana, fue como una losa. Cuando hablaba de los kilos pensaba en los kilos que perdió De Juana". Está suficientemente comprobado que las diferencias entre la actitud socialista y la ‘pepera’ en temas de terrorismo apenas son perceptibles. Tan solo con Aznar se notó una diferencia abismal, tal vez porque estuvo en el ojo del huracán y a punto de saltar por los aires.

¡Maldito sea el Gobierno que camine  en paralelo y de la mano con la banda asesina ETA y con cualquier banda terrorista!  Ahora quisiera yo ver a Kofi Annan y al abogado sudafricano, Brian Currin. Dudo mucho que sigan en sus trece de ‘santificar’ a la banda, aunque,… con tal de poner el cazo venden a sus antepasados por un plato de lentejas, incluso solo por el plato.
 

 

 

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