María Jesús Cedrún

Se quejaba sin tapujos de que nuestros representantes políticos daban  ruedas de prensa diciendo que si estábamos por encima o por debajo de la media pero nunca escuchaba propuestas verdaderas para salir de esa enfermedad que se ha apoderado de nuestra sociedad, el paro. Y me dije, pero si está diciendo lo mismo que digo yo todos los días en referencia a las comparecencias  que hace el consejero Agudo en sus charlotadas semanales de humo y de nada.

 Y no soy de izquierdas ni María Jesús es de derechas, será que si lo soy, o que ella no lo es. La conclusión, amigos de la boina, es que no hay derechas e izquierdas, cuando se dice la verdad, y no se saca de la chistera el discurso político de la mentira. Las siglas, derecha e izquierda, las sacan los vividores que quieren seguir enarbolando la bandera de no trabajar y vivir del cuento. Y el colmo es que lo dice súper Bono con el que también me identifico.

Y María Jesús dijo mas, y lo importante, “que las cifras de por debajo o por encima de la media no la cuadraban porque nuestra actividad económica es inferior, porque los jóvenes más cualificados se marchan, y no vuelven, cuando los hemos formado en nuestros centros con nuestro esfuerzo contributivo o en la UC de la Excelencia que parece últimamente una agencia de publicidad, eso lo decimos nosotros.

Que la población es la misma, que no ha habido incremento de población y así siguió con todo el sentido común que la  caracteriza y solo me quedé con la conclusión, que tenemos unos representantes que hacen unos números que no se los cree nadie, ni ellos o son inventados.
 Cantabria tiene que cambiar esa forma de hacer la política del engaño y queda demostrado que los socialistas que han gestionado las consejerías más importantes Sanidad, Industria y educación han fracasado y se tienen que ir presidente Revilla. No pueden seguir ni un minuto más en los puestos de responsabilidad porque van a  acabar con Cantabria y con todo lo poco que nos queda y finalmente esperamos que no se cumpla la famosa frase atribuida a la vida guerrera de  Atila: “que por donde el pasaba no volvía a crecer la hierba. Esperemos que marchándose esta gente, por su nefasta gestión vuelva a crecer nuestra extinguida prosperidad. Muy bien por la sindicalista Cedrún.Chapeau