Noticias de Cantabria
07-05-2011 10:10

La marcha del cangrejo

El Pleno del Tribunal Constitucional dictó sentencia ayer en el recurso de amparo número 2561-2011. El recurso fue promovido por Bildu-Eusko Alkartasuna (EA) / Alternatiba Eraikitzen, contra la sentencia de la sala especial del Tribunal Supremo.

El citado Tribunal Constitucional ha estimado la demanda de amparo promovida por la coalición y ésta  va a poder acceder a los cargos públicos y mantener su estrategia con cargo a los presupuestos de las instituciones y de los ciudadanos. La sospecha se ha cumplido. Es cierto que se ha hecho esperar, pero ahí está. Ni más ni menos que lo que ya suponíamos. Y que no nos vengan con gaitas marineras. Hace cuatro años pasó con ANV en un escenario diferente y ahora comprobamos que no hemos avanzado, a pesar de las declaraciones de ministros como Rubalcaba. Estamos ante la marcha del cangrejo.
Alguien tiene que explicar muchas cosas. No ponemos en duda a Eusko Alkartasuna y tampoco a Alternatiba Eraikitzen, pero sí lo hacemos con esos falsos independientes que integran las listas bajo el nombre de Bildu. La sospecha ya es fundada, incluso muchos pensamos que es una forma de pagar facturas atrasadas. De la misma forma que estamos convencidos de la medida política en que ha incurrido el Tribunal Constitucional. Éste ha doblado la rodilla ante el Gobierno, al fin y al postre quienes han votado como quería el Gobierno han sido sus prebendados. Hay que mantener la mamandurria a toda costa.
El Gobierno ha llamado con urgencia a filas y todos han acudido fieles a su tradición y a su sentido del progreso, que es retroceso puro y duro; eso sí, su imagen de progresistas se ha evaporado y para siempre desvanecido, pues estamos ante obedientes figuras. Al final, Zapatero sigue haciendo daño a la ciudadanía y al Estado, con la colaboración de sus huestes, a la vez que mira exclusivamente por sus intereses y por la forma de mantenerse en el cargo como sea; en el plazo de un año pueden pasar muchas cosas y el Gobierno no puede permitir que siga habiendo sospechas sobre el 11-M. Es demasiado para ellos y doy fe que no se van a librar con facilidad de ello.
No pensamos dedicar ni una sola palabra a hablar negativamente del TC. Sus sentencias políticas hablan por ellos. A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga, aunque dudo que a este tipo de Tribunal se le bendiga nada de lo sentenciado en los últimos años. Lo que ha quedado claro es que el Gobierno ha hecho una puesta en escena ejemplar: primero ha permitido que el tema pase por el Supremo para que la obra parezca auténtica, a la vez que el ministro de Interior incidía en el contenido de los informes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. “Sortu es ETA, Bildu es ETA”, dijo Rubalcaba. Hasta buena parte de la prensa no “amarillenta” ha hablado con claridad refiriéndose al TC: “Permite que ETA-Batasuna, bajo la coalición Bildu, pueda presentarse a las elecciones,  lo que significa un sometimiento al poder político y una nueva traición a las víctimas de ETA”. Ni quitamos ni ponemos, aunque sí confirmamos, constatamos  y asentimos.
Tampoco vamos a perder más tiempo hablando de “desvergüenza judicial”. Eso lo dejamos para analistas con aspiraciones políticas. En esta ocasión nos puede el desánimo y la decepción. Empezamos a conocer a excesivos cómplices de ETA y del Gobierno. Como dice nuestro dilecto amigo, Ignacio Fernández Candela: “La cuenta atrás para permitir que el terrorismo etarra  acceda a las instituciones,  marca una incertidumbre de una realidad criminal cantada y cuyos orígenes se remontan a tres años antes de que zETAp  accediera a sangre y fuego al poder desde el que borra, a golpe de talonario y prebendas, toda clarificación criminal que nos compete en cada prolegómeno de elecciones, siempre trampeadas”.  Sin duda se puede hablar más alto pero difícilmente más claro.
Debemos confesar que nos ha sorprendido que se disfrazara la legalidad acudiendo a la garantía que ofrece el Tribunal Supremo. La escena estaba pensada y planeada: el PNV amenazaba con ruptura  al Gobierno y éste daba pautas a los nacionalistas para que esperasen antes de tomar una decisión. Al final se conoce el fallo del TC. PNV y el Gobierno se besan de forma cómplice. La traición está consumada. Y con ella se extiende la decepción  al propio Supremo, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que elaboraron los informes demostrando que Bildu es ETA, a las víctimas del terrorismo, a buena parte de los medios de comunicación, a la ciudadanía y al empresariado vasco, además de a todas sus instituciones de color no teñido de abertzalismo vulgar.
De nuevo el PNV incumple las amenazas y vuelve al redil prebendado, manteniendo su apoyo al Gobierno de Rodríguez ‘Vendeburras’. “No importa si la Guardia Civil ha descubierto conexiones entre Eusko Alkartasuna y ETA”, como dice Fernández Candela. Ahora hay que pensar que no hay nada planificado antes de las elecciones; nos referimos a nada que haga cambiar las intenciones  de voto de la ciudadanía con una patraña del Gobierno; es decir, no queremos un Gobierno que mienta y mucho menos que levante sospechas de atraco, sangre y muerte. 

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