Noticias de Cantabria
18-05-2012 10:00

Hay que tener amigos

Traducido al lenguaje parlamentario significa que, cuando la prima de riesgo sobrepasa los quinientos puntos y han sonado todas las alarmas, no conviene rechazar de forma despectiva las ofertas de pacto que pone sobre la mesa la oposición.

 

Incluso la clase política necesita, en momentos de máxima tensión, hacer amigos. Traducido al lenguaje parlamentario significa que, cuando la prima de riesgo sobrepasa los quinientos puntos y han sonado todas las alarmas, no conviene rechazar de forma despectiva las ofertas de pacto que pone sobre la mesa la oposición. Esa incapacidad metafísica de los dos principales partidos para lograr el más mínimo acuerdo, incluso en los momentos de verdadero riesgo de la economía española, es uno de los temas que más irrita a la ciudadanía. Y con razón. 

 

La sesión de control de los miércoles en el Congreso se convirtió en un nuevo diálogo de sordos entre Rubalcaba y Rajoy. La oferta de pacto político, institucional y social no recibió ni siquiera respuesta. Rubalcaba le llegó a decir que "el diálogo no debilita". También recibió un rapapolvo la portavoz de UPyD, Rosa Diez, cuando se interesó por la "herencia recibida". Bien es verdad que la diputada tiene cierta tendencia a barrer para casa en los momentos más graves. Pero Rajoy, que debía estar muy tenso, le recordó la virtud de la modestia y le espetó la siguiente frase: "Todos somos muy malos pero menos mal que la tenemos a Vd. que es estupenda". 

 

Hacía un mes que Gobierno y oposición no se veían las caras en una sesión de control ni en ningún otro sitio. Mientras, se ha decidido la intervención de Bankia, la nueva reforma financiera con la descomunal dotación que tendrán que hacer todas las entidades bancarias para garantizar sus créditos, y Rajoy no ha contado nada al PSOE ni a ningún partido del arco parlamentario. Las mayorías absolutas convierten a la oposición en irrelevante. 

 

La clave es discernir si en el peor momento de la crisis, con Bruselas y Berlín analizando con lupa las cuentas y examinando a Guindos cada semana, la imagen de un Gobierno solitario es la que necesita España. 

 

Cada vez más expertos económicos coinciden en la necesidad de hacer valer, ante la Comisión Europea y la propia Ángela Merkel, la imposibilidad de llevar a cabo un ajuste fiscal en los plazos marcados que está provocando la mayor tasa de desempleo de la historia. 

 

Es la misma política que ha llevado a Grecia a la ruina y ha hundido a Irlanda y Portugal. Precisamente en estos países no hubo forma de llegar a acuerdos entre gobierno y oposición que se acusaron de la responsabilidad de la crisis. Los tres han sido intervenidos con los pésimos resultados ya conocidos. 

 

España sería mucho más fuerte en Europa si del Congreso saliera una propuesta de crecimiento avalada por todas las fuerzas políticas y que apoyara la senda que ofrece el nuevo Presidente francés y a la que, sin duda, se sumarían muchos más Estados europeos asfixiados por la ortodoxia alemana. Porque es muy posible que Merkel pierda las elecciones el año próximo, pero para entonces el sur de Europa será un erial.

 

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