Noticias de Cantabria
03-05-2012 11:15

Esperanza Aguirre y los "gamberros sindicales"

Mucha gente puede tener la tentación de que los líderes políticos que están sumiendo España en la pobreza son unos auténticos gamberros. ¿Quiere Esperanza Aguirre encabezar una dinámica de falta de respeto a las instituciones?

   Llamar gamberros a los sindicalistas no puede quedarse sin castigo. Que la presidenta de la Comunidad de Madrid y líder del PP en la capital de España se permite ese atrevimiento da cuenta de la deriva autoritaria de este Partido Popular. El Gobierno intenta modificar el código penal hasta el punto de que sentarse en el suelo para hacer resistencia pacífica a la autoridad sea un delito. Se filtran las fronteras para hacer una criba ideológica de quienes acuden a la reunión del BCE de Barcelona. Si se ahogan las protestas legítimas y se criminaliza a los sindicatos, ¿cuál es la progresión lógica de esa dinámica?

   Mucha gente puede tener la tentación de que los líderes políticos que están sumiendo España en la pobreza son unos auténticos gamberros. ¿Quiere Esperanza Aguirre encabezar una dinámica de falta de respeto a las instituciones?

   Una sociedad democrática sin sindicatos es tan inviable como lo sería sin partidos políticos. Es difícil estar satisfecho con nuestros sindicatos y nuestros partidos, pero son los que tenemos. El reto no es descalificarlos sin transformarlos y mejorarlos para que nuestra sociedad sea transitable.

   La reforma laboral quiere acabar con la negociación colectiva. En esa idea anida la exterminación de los sindicatos que tienen una de sus más importantes razones de ser en su capacidad de interlocución con las empresas y con el gobierno para organizar la vida laboral de acuerdo con las previsiones de nuestra Constitución.

   Los sindicatos tienen enfrente retos de modernización para adaptarse a las condiciones de este mundo globalizado. No es menor la encrucijada de los partidos políticos que sufren una desafección tremenda de los ciudadanos.

   Los sindicatos tienen que recuperar prestigio e influencia entre los trabajadores. Tienes que ganarse la confianza de los trabajadores desempleados y facilitarles formas de sindicación en donde sus derechos puedan ser defendidos. Tienen que establecer una financiación que les permita la independencia económica del estado. Tienes que establecer canales fluidos con sus afiliados y con el conjunto de los trabajadores. Porque unos sindicatos fuertes y democráticos son determinantes de la calidad de nuestra democracia.

 

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