España como Sísifo
Al igual que, Sísifo, el mito griego condenado por los dioses a subir una pesada roca por la colina para dejarla caer y volver a elevarla indefinidamente, nuestra vieja nación parace también condenada a repetir idénticos esfuerzos a los realizados entre 1996 y 1998, como consecuencia también de un legado socialista.
Ante el derroche en el gasto y la falta de vigilancia que ha tenido lugar en nuestras administraciones, bancos, cajas de ahorros y demás, procede la inmediata restitución de todos los controles eliminados.
La laxitud, la política del sí a todo y aquellos ministros que creían que se podía gastar ilimitadamente, nos han traído al fallo generalizado de los controles del gasto.
Ahora, como Sísifo, toca subir la roca desde el mismo lugar que hace 16 años, tras la primera experiencia socialista, con idéntica prima de riesgo, igual tasa de paro y misma proporción de deuda publica. También como entonces, Sísifo, nuestro país, ha sido cegado por los dioses y no es consciente ni de que se trata de la misma roca, ni de que el esfuerzo debe ser inmenso. Todos los recortes sanitarios y educativos suponen solo el 1`4% de la deuda pública total heredada.
Por eso, para que el desenlace sea feliz, como entonces, líderes en Europa en generación de empleo, y cuando nuestra prima de riesgo era 0, se deben hacer tres cosas, algunas ya en marcha:
1. Devolver la profesionalidad al Banco de España, que por vez primera ha tenido a un diputado socialista, Fernández Ordóñez, como gobernador, y restituir la transparencia y el control en bancos y cajas.
Los fallos de este organismo fiscalizador y otros órganos reguladores, no solo han hundido el prestigio de nuestra banca, sino que han hecho perder el ahorro de miles de españoles a través de participaciones preferentes y otros productos indebidamente autorizados.
2. Que la nueva ley de estabilidad presupuestaria, y las normas sobre transparencia que responsabilizan penalmente a los malos gestores políticos, sean implacablemente aplicadas.
Así los 35.000 millones de euros que desde el gobierno de Rajoy están llegando estos días a 177.000 empresas, debido a las deudas que ayuntamientos y autonomías tenían con ellas, no tendrá que volver a repetirse.
3. Acelerar las reformas estructurales para que tengamos cuanto antes un país con mayor flexibilidad y libertad económica.
Si cada uno cumplimos nuestro papel Sísifo será solo un mito griego y no una interminable tragedia española.
Miguel Barrachina Ros
Economista y Vicepresidente Diputación de Castellón
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