Entre todos... podemos

   Ante las penurias que padecen muchos ciudadanos de bien, podemos hacer dos cosas: mirar para otro lado como si nada pasara, como si con nosotros no fuera la cosa, o intentar ayudar al que lo necesita. En este último apartado enmarcaría yo el programa de tarde de TVE "Entre todos", que presenta Toñi Moreno con desparpajo y simpatía, y que veo de vez en cuando con tristeza por la cantidad de personas que no tienen lo básico para sobrevivir. Lo que les obliga a exponer su vida -siempre con mucha dignidad, todo hay que decirlo-, ante las cámaras con la esperanza de que algún alma caritativa se apiade de su situación y llame al programa para socorrerles. Y la gente lo hace, cada uno arreglo a su bolsillo, ofrece lo que puede para que esa persona que ha llamado solicitando ayuda pueda pagar el alquiler donde vive, o la comida de los hijos de una familia donde todos sus miembros están en paro...

   Historias tan reales que tienen la virtud de ponernos ante nuestro propio espejo para que veamos de cerca cómo es de duro el día a día de esa gente que la crisis ha vuelto invisibles, pero que están ahí, muertos de miedo y sin saber a quién recurrir para que les resuelva sus problemas.

   Una realidad que está al alcance de cualquiera que necesite ver para creer. Porque ése es precisamente el trabajo de los productores de "Entre todos": investigar sobre el terreno si lo que cuentan es cierto o no. Y si es verdad, lo acercan hasta la intimidad de nuestros hogares para quitarnos de un manotazo cualquier ensoñación que podamos tener sobre los "brotes verdes", o esa recuperación de la que tanto les gusta hablar a los miembros del gobierno, y que si la hay, y no tengo por qué dudarlo, tardará años en llegar a los que verdaderamente lo necesitan: los parados, los que no pueden pagar un alquiler, o las medicinas que antes les daban gratis en los hospitales y ahora no. Lo que para muchos puede ser una montaña imposible de escalar.

   Si alguien piensa que la crisis nos ha hecho más conservadores, más desconfiados, yo les diría que no, muy al contrario. La crisis, la maldita crisis, ha logrado sacar lo mejor de cada uno de nosotros. De ahí la cantidad de personas, de todas las edades sociales -desde niños que rompen sus huchas para dar los 20 euros que tienen ahorrados, a la abuela que prefiere dar lo que se iba a gastar con sus amigas en el cine-, que llaman al programa para ofrecer ayuda al que lo necesita, ante la alegría del publico que hay en el plató, de la presentadora, pero sobre todo de quien ya no tiene de donde sacar un euro para comer.

   No estoy de acuerdo con quienes critican el programa, solo porque lo emita TVE. No lo estoy porque siendo como soy una defensora de lo público creo que entre los cometidos del Ente está precisamente el de ayudar a la gente, algo que hace muy bien la presentadora y sobre todo los ciudadanos que haciendo caso omiso de las críticas, están ahí cada tarde para poner su granito de arena a favor de quien lo necesita.