Noticias de Cantabria
02-08-2016 07:31

El Panteón del Inglés

Hoy vamos a hablar del Panteón del Inglés y de la zona donde está construido, de su historia y de la belleza de su enclave, destino fotográfico habitual de los muchos caminantes que bordean los acantilados desde al faro hasta el Panteón, pasando por el desaparecido Puente del Diablo. Es un paseo muy sencillo, corto y fácil de caminar, que recomiendo hacer a todo el que no lo conozca.

A mediados del siglo XIX, las potencias marítimas, principalmente Francia e Inglaterra, idearon un código marítimo de señales para comunicarse en la distancia desde la costa con los barcos que se acercaban a ella.

Estos semáforos evitaban naufragios y desgracias personales, así como vigilaban, defendían las costas, controlaban el contrabando, advertían de los peligros, etc…por lo que este código internacional tuvo una importancia crucial, sobre todo en el transporte marítimo. Ya en 1.864, casi todas las potencias marítimas habían adoptado este código internacional.

El primer semáforo operativo en España es el de Tarifa en 1.873 y el 30 de Septiembre de 1.874 se instala en Santander en el lugar que hoy ocupa el Instituto de Meteorología, ocupado entonces por el Castillo de Ano. Al año siguiente, se pone en funcionamiento un telégrafo eléctrico que permite comunicar el semáforo con Santander, con lo cual son los miembros del cuerpo de telégrafos quienes se hacen cargo de su funcionamiento. En 1.876, procedente de Madrid, llega a Santander José Jackson Veyán, haciéndose desde entonces responsable del funcionamiento del semáforo y del adiestramiento de jóvenes destinados a tal efecto.

Matilde Camus en su obra “Historia del Lugar de Cueto” nos trascribe parte de un libro de notas de Jackson Veyán llamado “Breves apuntes”: “Quedé gratamente impresionado ante el bellísimo paisaje que se tendía ante mis asombrados ojos. Todo eran verdes campiñas, y al fondo, un mar profundo que ya nunca olvidare…" 

Pues bien, hecha esta introducción sobre el semáforo de Cueto, entramos en el motivo de este artículo, que no es otro que el origen del Panteón del Inglés. Muy cerca uno de otro, el Panteón se mandó construir en 1.892 por el propio José Jackson Veyán en recuerdo de un amigo suyo que paseando juntos a caballo, sufrió una grave caída que le produjo la muerte instantánea. Fue construido en 1892 por el maestro cantero Serafín Llama y restaurado en 1994 por la Escuela Taller de Santander.

El propio Jackson, en su libro “Breves Apuntes”, relata lo sucedido:

 

“Mi estimado amigo de la infancia, William Rowland, nieto del famoso profesor inglés Sir Robert Rowland Hill, coterráneo y gran amigo, éste, de mi abuelo paterno, era uno de mis más asiduos visitantes durante los meses de estío e incluso en el otoño. Lamentablemente, en septiembre de 1889, cuando Rowland y yo cabalgábamos tranquilamente cerca del acantilado, mientras el mar, con mayor furia que de costumbre rompía con estruendo sobre las rocas, el caballo que montaba mi amigo se asustó de tal forma que le derribó. A consecuencia de la fuerte caída sufrió un duro golpe en la cabeza, con rotura craneana, que le produjo la muerte instantánea. En tanto el caballo, por su propio peso, rodaba despeñándose contra las rocas. A petición de la familia, ocupándome de todo y en resistente caja mortuoria, el cadáver de Rowland fue trasladado prontamente a Inglaterra”.

Sé el primero en comentar