El objeto del deseo: 20 Diputados

La noticia publicada hoy por El Mundo Cantabria que según una encuesta del propio PSOE perdería 3 diputados en mayo; y su editorial sobre el régimen de gananciales entre PSOE y PRC sobre que lo único importante para ambos es sumar 20 diputados para mantener el Gobierno, me produce la siguiente reflexión.  La situación de nuestro Parlamento Regional durante los últimos 8 años (lugar en que se deposita nuestra capacidad de autogobierno de los ciudadanos cántabros) con un estricto automatismo de los votos PSOE+PRC anulando cualquier capacidad de raciocinio frente a los del PP, me produce escalofríos. Espero que muchos de mis conciudadanos piensen como yo que merecemos una mayor madurez de nuestra Autonomía en  poder hacer oír en España los problemas de nuestra Región, dejando al margen el puro sectarismo partidario.

La cuestión pues se plantea en sí es posible la presencia de una 4ª fuerza política parlamentaria que obligue a huir del automatismo frustrante y del sectarismo, anteponiendo los problemas de una pequeña Región que tiene enormes dificultades en hacerse oír en el contexto nacional, y que se ha visto dentro del frente cantábrico postergada, no sólo en los últimos 30 de nuestro Estado de las Autonomías, sino también en los 40 anteriores de franquismo, respecto al mayor peso especifico de nuestros vecinos vascos y asturianos. 

Siendo una tarea difícil en sí misma, algunos hemos intentado que esta temática  estuviera presente en la próxima campaña electoral, pero hemos fracasado. Se trataba de unir bajo las siglas de UPyD como fuerza política nacional a otras expresiones políticas extraparlamentarias existentes en nuestra Región como LA UNION y algún otro núcleo independiente, para poder hacer creíble  ante los ciudadanos el objetivo de alcanzar el 5% mínimo que exige la ley electoral. Todo ello en base a un carácter de transversalidad ideológica, un carácter regeneracionista en las formas de hacer política y critica en cómo se han desarrollado las Autonomías en su despilfarro económico.

En las conversaciones habidas entre ambos grupos en mayo del año pasado, una UPyD prepotente de Cantabria, que impidió que los que éramos favorables al acuerdo y formábamos parte de su Dirección estuviéramos presentes en las conversaciones, no quiso duplicar  su implantación de afiliados y territorial, sumando solamente a 2 miembros de LA UNION en su Consejo Territorial y la experiencia de más de cuatro años de presencia y posicionamiento permanente en los problemas regionales, e hizo fracasar un esfuerzo que seguro que hubiera podido multiplicarse sumando a muchos más cántabros que pudiesen estar de acuerdo con un objetivo tan importante.

La necesidad parece tan perentoria para algunos que incluso está dando lugar a reuniones entre los afectados por la Ley de Costas, los de la Ley de Montes y los Maltratados por la Administración para ver de constituir una plataforma política. Ojalá que la capacidad que han demostrado de movilizar a la sociedad civil se pueda reflejar en un escenario político hasta ahora inundado por el sectarismo.
En el caso de UPyD,  su integrismo entre comillas, que les lleva a perjurar de cualquier grupo independiente (en Cantabria no obstante se aceptaba la integración total en el partido nacional por parte de LA UNION) y que reniegan de lo que  llaman despectivamente “franquicias” les ha hecho fracasar estrepitosamente en las recientes elecciones catalanas al no querer llegar a un acuerdo con CIUDADANOS.
 No entiendo cómo se quiere ser un partido nacional sin tener presencia en una de las Autonomías más importantes de España como es Cataluña y sin escuchar las peculiaridades de cada una de las 17 existentes. Pero es que incluso sus órganos políticos han sido incapaces de hacer la más mínima reflexión sobre su fracaso catalán.

Que los cántabros tenemos enormes dificultades en hacernos oír en el contexto nacional lo demuestra que en pleno esfuerzo nacional de modernización del ferrocarril (la mitad de la inversión programada en infraestructuras hasta el año 2020), la solución que se nos ofrece a Cantabria consiste en la irracionalidad de hacer una doble vía por la parte sencilla orográficamente de la Tierra de Campos, atravesar La Cordillera a 1.000 m de altura y pararnos en Reinosa para desembocar en una vía única de mitad del siglo XIX en un trayecto total de 200 Km. Todo como inercia de hace 150 años que exigía ese camino para traer entonces las harinas a nuestro Puerto.

Todos los ingenieros que estudiaron el tema a lo largo del siglo XX coincidieron en que la solución optima para Cantabria, era entrar por el Túnel de La Engaña (ya construido), atravesando La Cordillera a 400 m. menos de altitud, por tanto mucho más fácil y barato, para llegar a Miranda de Ebro en un trayecto de 150 Km. (50 Km menos que en el trayecto por Palencia). Lo más importante es que nos conecta con Zaragoza y El Valle del Ebro, con Burgos Valladolid y Madrid (aprovechando 180 Km  de la línea con Hendaya) dándole posibilidades a nuestro Puerto de competir con los vascos en la captación de mercancías (Burgos y Zaragoza). Sólo es necesario vía única que permita alcanzar velocidades entorno a los 160-200 Km/h y según los cálculos base de 1985 podría estar por debajo de los 1.000 millones de €.

Lo que sí sabemos es que Zapatero ha prometido al PNV hacer un Puerto Exterior en Pasajes de 1.200 millones de € (sin contar lo que cuesta atravesar el Jaizquibel por carretera y ferrocarril) con un importantísimo impacto ambiental; que en el nuevo Puerto Exterior de Gijón se han invertido 900 millones de €; y que en el Superpuerto de Bilbao llevan 700 millones, mientras que en el mejor  Puerto Natural del Cantábrico, el nuestro, la inversión es ridícula.
NECESITAMOS O NO NECESITAMOS PONER FRENO AL SECTARISMO PARTIDISTA DE LOS TRES PARTIDOS ACTUALES DE NUESTRO PARLAMENTO, O CANTABRIA PUEDE ARROSTRAR PARA EL FUTURO ERRORES DE ESTE CALIBRE.
No creo que sea juicioso esperar 4 años más.