Aznar, ese personaje

No vamos a hablar de lo que fue sino de lo que ha sido después de que dejó de ser presidente de España. Para una gran mayoría ha sido un -toca gaitas-, siendo finos.  Otros simplemente  dicen que creyó que nombraba de presidente de España a un mediocre, Rajoy, y se estremeció cuando vio que no le podía manipular ni dirigir al gallego del puro que él nombró en su famosa carpeta azul que tanta paliza nos dio. Y  la gran mayoría opina que cuando una persona deja de ser presidente lo mejor que puede hacer es callarse, vivir de las rentas de esos fabulosos estipendios que les dan por haberlo hecho bien o mal, y utilizar esas puertas giratorias que les nombran consejeros de todas  las multinacionales del mundo mundial  para hacer el famoso lobby etc. Y es que nuestros presidentes jubilados en realidad nunca se han jubilado como lo demuestra la Reina madre Felipe González gran muñidor de la caída de Sánchez y Zapatero que después de no enterarse de la crisis pretende arreglar el lio venezolano pero cobrando. ¡Oiga!

Pero centrándonos en Aznar, ese  personaje, que levantó España, dicen, desde el punto de vista económico con ese gran ministro de economía Rato, que resultó después un corrupto, lo que tenía que haber hecho desde el primer día es callar o apartarse del PP si no estaba de acuerdo con su rumbo o en todo caso decirlo en petit comité sin sembrar disputas en momentos tan difíciles para su partido y su país. Ayudar, arrimar el hombre y no poner zancadillas. El señor Aznar debería de  hablar con la boca pequeña no sea cosa que se vea salpicado por “Algo” y eso sin querer sacar a colación las influencias internacionales que utilizó cuando fue presidente de España para  encumbrar millonariamente a su yerno y enviándolo a Gran Bretaña para que pasara desapercibido ¿?.

Y a modo de colofón en cuanto ha dicho adiós a la presidencia de honor del Partido Popular han sonado las campanas a arrebato, unas de alegría porque se  fue, dicen, y otras de expectativa pensando que va a hacer este personaje que ha creado el propio don José María.

Porque  nosotros no sabemos bien si Aznar creó a José  Mari o éste  a aquel, una pareja que se me asemeja al doctor Jekyll y el señor Hyde. Pues nuestra opinión es que  no va a poder hacer nada a pesar de los voceros y gente de buen vivir que traen   y llevan de cohorte todo lo relacionado con el politiqueo y que ya incluso piensan formar un partido para ponerle por unanimidad presidente y conquistar La Moncloa. ¡Que no! Imaginamos que después de  los ruidos vendrán las pocas nueces. La inmensidad del desierto.

Pena que el que fue un buen presidente haya decaído y se esté estrellando  en sus propios y continuados errores.

¡¡Feliz Navidad a todos¡¡