Agradecimiento de Riotuerto y de su alcalde Cuadrado por la ayudas recibidas

Después de la semana tan intensa que hemos vivido en nuestro Ayuntamiento con el devastador incendio en Rucandio que todos conocemos, es hora de reflexionar y de analizar cómo se actuó ante este suceso, pero también es hora de agradecer.  

 Por ello, como Alcalde quiero con estas breves líneas trasladarles nuestro más sincero agradecimiento y nuestro reconocimiento a su esfuerzo incansable para hacer frente a esta situación de emergencia, que a punto estuvo de convertirse en una tragedia. Finalmente, se pudieron controlar los efectos devastadores que todos podíamos intuir y si esto fue así fue por la impecable actuación de todas las personas allí desplazadas a través del Servicio de Montes, 112, Guardia Civil, Ayuntamiento y los propios vecinos.

 Está claro que lo ocurrido el domingo con este incendio y su posterior desenlace es el perfecto ejemplo de la coordinación que debe existir entre las diferentes administraciones en casos de emergencia.

 He tenido la oportunidad durante toda esta semana de hablar en las diferentes intervenciones en los medios de comunicación sobre el incendio y cómo se había gestionado el operativo. La rápida actuación de los servicios de emergencia fue crucial. A las 21:40 h. (poco después del aviso del incendio) ya estaban en Rucandio los bomberos del 112 del Parque de Emergencias de las Villas Pasiegas, con sede en Villacarriedo, y a partir de ese momento y sin pausa fueron llegando todos los servicios de emergencia que participaron en la labores de extinción del incendio.

 Para hacernos una idea pormenorizada del dispositivo, estamos hablando de 3 dotaciones de los bomberos de Santander, bomberos de Camargo, Villacarriedo y Los Corrales, Protección Civil de Suances, Polanco, Los Corrales y Riotuerto, ambulancias, 39 operarios con 4 motobombas, pertenecientes al Servicio de la Dirección General de Montes de la Consejería de Ganadería, 16 agentes de la Guardia Civil, distribuidos entre personal de tráfico, Seprona y rural, con un capitán de la agrupación de tráfico y un teniente del medio rural al frente del operativo.

 Medios humanos y materiales que trabajaron en perfecta coordinación. Había un objetivo claro y en ello nos implicamos todos. Los servicios de emergencia, y también los vecinos que, con su actitud y saber estar, contribuyeron también a solucionar el problema.

 Me gustaría, antes de terminar, hacer dos menciones especiales. La primera, a Luisa Martín que estaba de Jefe de Sala del 112 durante esa noche y que tuvo que “soportar” mis primeras llamadas a emergencias, quizá no muy correctas dada la situación en la que nos encontrábamos en esos momentos y el nerviosismo reinante (posteriormente tuve la oportunidad de disculparme con ella). Y la segunda, a Francisco Caso, Director Operativo Adjunto del 112 y que estuvo en Rucandio dirigiendo personalmente las operaciones. Tuve la fortuna de estar hasta las cinco de la madrugada codo con codo con él y pude constatar su profesionalidad y su buen hacer.

 Una vez, MUCHAS GRACIAS a todos los servicios de emergencia de Cantabria. Podemos estar muy orgullosos de vosotros, y así nos lo habéis demostrado este domingo.