Abuso irresponsable
El lunes publicó un interesante artículo el diario vallisoletano, “El Norte de Castilla”, donde quedó reflejado que los procuradores en Cortes de Castilla y León malgastan el dinero público sin contemplaciones. Explicaba datos concretos sobre la estrategia para cobrar mayor cantidad de dietas.
Y lo hacía con un claro ejemplo: en vez de reunirse la mañana y la tarde de un mismo día, lo hacen la tarde de un día y la mañana del siguiente para cobrar dos dietas (180 euros por procurador y día más las dietas de kilometraje desde donde vive cada uno) No tengo duda respecto a que es difícil ser más insolidario y manirroto.
Solo ha faltado a los procuradores recordar que se les siga votando pero que no se les moleste más. Recortan y reprimen a la ciudadanía, justifican lo injustificable y, además, creen que hacen lo correcto. No es de extrañar que a su paso la gente grite que no les representan. Desde luego sí les representan porque han sido votados pero representan mal al pueblo, muy mal y con excesivo abuso. Es triste comprobar que algunos ‘aterrizan’ en la política para medrar, recortar derechos, malinterpretar libertades y mentir, sobre todo mentir. Si a ello añadimos que muchos no tienen oficio reconocido, entonces la mala fe que ponen en la política es claramente manifiesta.
La ingrata estrategia para cobrar dietas incomprensibles no es solo culpa del Gobierno regional, que también, sino de todos los partidos que forman la Cámara. A ello hay que añadir el gasto mastodóntico de las Cortes de Castilla y León que se ha disparado como consecuencia de la mala planificación que existe en esta Comunidad y de la megalómana construcción que es el edificio de las Cortes en sí mismo.
Está terminando el mes de mayo y ni siquiera ha sido capaz el Gobierno regional de Herrera Campo de sacar adelante el presupuesto para la Comunidad. ¿Se puede entender semejante dejadez? Mientras tanto, los procuradores en Cortes, para poder disfrutar de esos lujos que Castilla no puede pagar, se dedican a tareas como rebajar el sueldo a los funcionarios y recortar brutalmente los servicios sociales, dañar a la educación y cercenar derechos sanitarios: sirva como ejemplo que no se cubren las bajas de profesores ni se respetan derechos adquiridos ni se mira por el futuro de la juventud; una juventud que en Castilla y León se ve obligada a emigrar porque, a la vista del día a día, es la Comunidad con menos futuro y menos perspectiva laboral. A los hechos nos remitimos.
Comprobadas las barbaridades de nuestros procuradores y otros políticos de órganos diversos, cada vez está más extendida la idea de que hay que sacarlos a gorrazos de ese ‘santuario’ defensivo llamado Cortes autonómicas. No son capaces de entender que la austeridad es una forma de lealtad al contribuyente y ciudadano, además de un ejercicio fiel de servicio a la ciudadanía. La revisión del Estado autonómico no puede esperar más.
Si no saben ser responsables, ya me dirán ustedes –apreciados lectores— que ejercicio de responsabilidad van a hacer con los fondos públicos en sus manos. Es cierto que el dinero es de todos pero parece que hemos puesto la zorra de guardián en el gallinero, porque a ese tipo de gente la austeridad le produce sarpullidos.
Jesús Salamanca Alonso
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