A la caza del Rey

Esta escena, típica en las películas que representan la Edad Media, me recuerda a la acontecida con el Rey Don Juan Carlos la semana pasada. El titular genérico que rompió moldes fue: ‘El Rey se rompe la cadera cazando elefantes en Botsuana’. A partir de esa noticia, comenzaron las elucubraciones, los justicieros se pusieron manos a la obra y se armaron de razones con colmillos para desprestigiar con análisis superfluos la figura del monarca.

¿Está bien que el Rey se vaya de caza con la que está cayendo en su país? Veamos. No me gusta la caza, y menos de elefantes, pero me gusta aún menos el puritanismo del que alardean algunos, que parece que no se han desviado jamás del código ético. Una vez más, un miembro de la Familia Real estaba en el lugar equivocado y en el momento equivocado.

A raíz del sonado accidente, se puede recurrir a la famosa frase: ‘ El “cazador” ha sido cazado’. Y en esta sentencia trabajan todos los españoles, se abren debates televisivos, se trucan imágenes para colgar en Facebook, se rellenan huecos en las parrillas informativas… Todo ello, para reabrir el eterno discurso de si la monarquía tiene sentido en estos días. Un debate muy interesante, pero que pierde interés cuando se comienza a hablar desde la irascibilidad.

¡Cuánta hipocresía! Si el Rey no se hubiera roto la cadera, nadie sabría de la existencia de ese viaje y los elefantes seguirían en Botsuana sin derecho al nombramiento. Qué nos está pasando a los españoles que somos tan fáciles de manipular, por qué picamos el anzuelo y nos lo tragamos hasta el fondo.

Sigo con la telenovela. Después de todas las declaraciones de los partidos, el Rey pidió disculpas al pueblo y, como un chiquillo arrepentido, dijo que no lo volvería a hacer. Ésta parecía la única forma de apagar la mecha que se había encendido, pero no ha sido así porque acabo de encender la televisión y he pulsado sobre un canal al azar y no hay sorpresa.

Toda la polémica ha llegado también a WWF España, porque el Rey ostenta la Presidencia de honor. Al respecto, el secretario general de esta prestigiosa ONGD, Juan Carlos del Olmo, ha manifestado: “Hay muchos tipos de caza. Nosotros no defendemos proactivamente la caza, pero no somos una organización anticaza, en determinadas circunstancias".

Además, Carlos del Olmo relató las diferencias contextuales que existen entre “la población de centro y norte de África, donde está desapareciendo a una velocidad de vértigo por la caza furtiva, por el marfil o la carne para el consumo humano y la destrucción de su hábitat. Mientras, en el sur el censo supera los 300.000 ejemplares, lo que permite una gestión de su población en Parques naturales”.

Todo esto para llegar a la siguiente pregunta: ¿Y tú de quién eres, de monarquía o de república?